Santos Orellana Hernández, de 47 años, contrató a Gustavo Ramíres para que matara a su suegra y a otro familiar en Honduras porque intentaba vengarse de su esposa que se estaba divorciando de él. Ramíres notificó al FBI de los planes del hispano y Orellana Hernández fue arrestado. Hace unos días se declaró culpable en una corte federal.