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Cartel de Sinaloa

A uno lo asesinaron, otros ofrecieron soborno de $10 millones: los abogados del cartel expuestos en el caso de García Luna

En el juicio de Genaro García Luna en Nueva York se reveló que tres representantes legales de los narcotraficantes Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán e Ismael ‘El Mayo’ Zambada, ofrecieron y entregaron millonarios sobornos a funcionarios del gobierno mexicano. Uno de esos abogados fue asesinado.
Publicado 18 Feb 2023 – 07:54 AM EST | Actualizado 21 Feb 2023 – 09:50 PM EST
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Dos hombres entraron a la oficina de la Fiscalía general de Nayarit en el verano de 2011, un mes después de que Roberto Sandoval Castañeda asumió la gubernatura. Sus apellidos eran Alcalá y Chaparro, y en voz baja dijeron ser los abogados de los dos narcotraficantes más temidos de México: Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán e Ismael ‘El Mayo’ Zambada, fundadores del Cartel de Sinaloa .

“Decían que representaban a ‘El Chapo’ y que querían comprar el estado de Nayarit, querían comprar la ‘plaza’, llamaban ‘plaza’ al estado”, contó Édgar Veytia, quien gracias al cambio de poderes pasó de ser jefe de la policía de Tepic a secretario asistente del fiscal general de la entidad. Más tarde él se haría cargo de esa dependencia, respaldado por los enemigos de ‘El Chapo’, los hermanos Beltrán Leyva.

“Comprar una ‘plaza’ significa que vas a trabajar para ellos, que vas a hacer lo que te pidan, que los vas a obedecer y cualquier delito que cometan los vas a encubrir”, explicó Veytia en la sala 8D de la corte federal de Brooklyn, en el juicio por tráfico de drogas contra Genaro García Luna, quien fue secretario de Seguridad Pública de México en el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012).

- ¿Te ofrecieron dinero por eso?, le preguntó la fiscal federal Saritha Komatireddy.

- Sí. Me ofrecieron 10 millones de dólares… Los escuché, pero no los tomé en cuenta porque no estábamos en buenos términos. Y además de eso, ya había un compromiso con los Beltrán Leyva, respondió Veytia.


El testimonio de este exfiscal apodado ‘El Diablo’ se sumó al de cinco capos cooperantes que subieron al estrado para hacer una descripción detallada de todas las operaciones del Cartel de Sinaloa y cómo este se infiltró hasta la médula del gobierno mexicano. Eso llevó a que un jurado declarara culpable este martes a García de cinco cargos criminales, incluyendo conspiración para traficar cocaína y participar en una empresa criminal vigente. Ahora el exfuncionario enfrenta una condena máxima de cadena perpetua.

Asimismo, las declaraciones que se escucharon en la corte de Brooklyn también permitieron conocer un aspecto pocas veces exhibido: cómo los abogados de los jefes del cartel ofrecen y entregan sobornos a funcionarios corruptos, y negocian acuerdos para que los mantengan fuera del radar policial.

Ataque en Tepic

Veytia, quien declaró en dos audiencias a principios de este mes, afirmó que hubo consecuencias por haber rechazado la propuesta de los representantes legales de ‘El Chapo’ y ‘El Mayo’. A mediados de diciembre de 2011 fue blanco de un ataque ocurrido en una de sus casas en El Pedregal.


Extremadamente precavido, Veytia se movía constantemente en Nayarit. Aquella madrugada, eligió dormir en una residencia en El Pedregal y envió a un equipo para encender las luces y preparar las medidas de seguridad. Pero los pistoleros del Cartel de Sinaloa le quitaron el sueño.

“Nos dimos cuenta de que algunos vehículos se dirigían hacia allá, que estaban entrando. Eran alrededor de 11 vehículos. Y aproximadamente uno o dos minutos después comenzaron a escucharse los disparos y el ataque. Hubo un enfrentamiento entre las personas que ya estaban en la casa, el equipo de seguridad, y quienes estaban en los vehículos”, narró en la corte.

‘El Diablo’ se acercaba a la casa cuando escuchó la balacera. Su vehículo circulaba por una calle angosta y de un solo sentido, donde lo interceptaron dos autos y abrieron fuego.

“Me detuve, abrí la puerta, hubo disparos. Disparamos y también recibimos fuego. El vehículo volteó a la izquierda y a la izquierda. Y fuimos hacia donde todavía se escuchaba el enfrentamiento... Llegamos a la casa y estaban los vehículos, estaban disparando. Teníamos alrededor de 35 policías allí que estaban tratando de repeler el ataque de los delincuentes”, relató.

Los gatilleros no pudieron más, tomaron los cadáveres de sus compañeros “que estaban esparcidos” en el lugar y huyeron a toda prisa, dejando atrás autos, armas de fuego y hasta granadas.

Policías y militares acordonaron el vecindario y revisaron casa por casa. Veytia había pedido ayuda por radio a todas las fuerzas de seguridad en Tepic, pero solo llegaron efectivos del Ejército. Ni un solo policía federal acudió. Según su denuncia, era porque el jefe de esa corporación, García Luna, estaba en la nómina del Cartel de Sinaloa y apoyaba su intento para apoderarse de Nayarit.

Del 'H-2' al CJNG

‘El Diablo’ había hecho un pacto con Juan Francisco Sánchez Patrón, alias ‘H-2’, a quien describe como “un asesino que representaba los intereses de los Beltrán Leyva en Nayarit”.

Todo se fraguó desde la época en que Sandoval Castañeda era alcalde de Tepic y Veytia director de Tránsito. Fue Arturo Beltrán Leyva, líder del grupo delictivo, quien pagó la campaña política que llevó a Sandoval Castañeda a la gubernatura y así se ganó su lealtad, dijo el testigo.

Sandoval Castañeda también ha sido acusado por el gobierno de Estados Unidos de estar en la nómina de narcos, pero él lo ha negado en reiteradas ocasiones. En mayo de 2019, la DEA aeguró que estuvo vinculado a las actividades criminales de Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’ y líder del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y del clan de los Beltrán Leyva.

Ambos grupos le entregaban sobornos a cambio "información y protección", cita la acusación.


Este político, que gobernó Nayarit del 19 de septiembre de 2011 al 18 de septiembre de 2017, además fue incluido por la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) en la lista de personas que actúan como testaferros del crimen organizado.

“Sandoval Castañeda ha participado en una serie de actividades de corrupción, como la apropiación indebida de activos estatales y recibir sobornos de organizaciones mexicanas de narcotráfico, incluido el CJNG”, indica un comunicado de la DEA.

El exgobernador fue detenido en junio de 2021 tras una persecución de ocho meses, que incluyó la emisión de una ficha roja de la Interpol. Su hija, Lidy Alejandra Sandoval López, estaba con él y también quedó bajo custodia. En México lo acusan del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Desde la cárcel, Sandoval Castañeda dijo que Veytia había mentido en la corte. "NIEGO y RECHAZO contundentemente que mi campaña o mi persona haya tenido relación con grupos del narcotráfico”, dijo en una publicación en Facebook que fue compartida por familiares suyos.

“El proceso legal en el que me encuentro actualmente no tiene nada que ver con narcotráfico. Después de cinco años de investigación profunda, la Fiscalía General de la República, basada en el análisis de la función pública, determinó que en mi caso no hay indicios de enriquecimiento ilícito, ni de peculado”, agregó.

Las amenazas de ‘El Chapo’

El primer acercamiento de la facción de ‘El Chapo’ hacia Veytia fue violento. Secuestraron a dos policías municipales cuando era jefe de la corporación, para obligarlo a cambiar de bando.

Otro intento ocurrió a principios de 2011, en una reunión con un “compadre” de Guzmán, identificado como Julián Venegas, quien se presentó con un millón de dólares en efectivo “para cerrar el trato en ese momento” y prometió entregar otros cuatro millones de dólares más tarde.

Veytia lo rechazó por tres razones: el grupo ya había tratado de asesinarlo, el rapto de los policías y “porque teníamos un compromiso con los Beltrán” Leyva.

“Luego muy enérgico (Venegas) dijo: ‘Mira, para cerrar este acuerdo, tengo los huevos y el poder para sacar de Nayarit a quien sea’. Y luego me dijo que había arreglado esa situación a nivel federal. Que si recordaba que (un narco de apellido) Chavín, (alias) ‘H-1’, fue asesinado. Que a García Luna le habían pagado 5 millones de dólares para autorizar la operación para perseguir a Chavín porque había matado al hijo de (Ignacio) ‘Nacho’ Coronel”, relató Veytia, refiriéndose a uno de los jefes del Cartel de Sinaloa.

Las amenazas cesaron en 2013, cuando el Congreso local lo eligió fiscal general de Nayarit, uno de los cargos públicos más influyentes de ese estado. En ese tiempo Sánchez Patrón le entregaba dos millones de dólares mensuales para mantener el control del estado. A cambio, Veytia le daba información sobre operativos de captura, cubría sus delitos y evitaba procesar a integrantes de su facción.

Esos dos millones de dólares, dijo, “los distribuimos a los diferentes comandantes para los diferentes sectores, a jueces, periodistas… para mantener las apariencias y mantener el control del estado”.

Él se quedaba con “las sobras” y esa porción le fue suficiente para adquirir un emporio inmobiliario: una casa en Arboledas, otra en Tepic, una más en Guadalajara (Jalisco), tres en Ciudad del Valle, un rancho de 350 cabezas de ganado en Compostela y varias propiedades en Estados Unidos. También se hizo de una empresa de autobuses y compró una propiedad para regalársela a una de sus hijas.

Todo se lo decomisó el gobierno mexicano y los inmuebles en EEUU los fue vendiendo para pagar los servicios de los abogados que lo han defendido desde su arresto en este país el 27 de marzo de 2017.

Un mes antes de su captura, Veytia envió al ‘H-2’ al infierno, como él se refería a los asesinatos. El capo estaba “fuera de control” y había matado a ocho jóvenes que vendían droga por su cuenta en la calle. Se reunió con autoridades federales para planear todo.

El Departamento de Justicia aseguró que el grupo del ‘H-2’ había acumulado tal poder que tuvo en el bolsillo al general Salvador Cienfuegos Zepeda, quien fue secretario de la Defensa en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018). El militar fue arrestado a finales de 2020 en el aeropuerto de Los Ángeles, California, pero semanas más tarde le retiraron los cargos por una aparente presión del presidente de Andrés Manuel López Obrador, lo devolvieron a México y allá decidieron no enjuiciarlo.

- ¿Usted y otros funcionarios del gobierno capturaron a ‘H-2’?, le preguntó la fiscal Komatireddy.

- Sí, respondió Veytia.

- ¿Usted estaba presente cuando eso sucedió?

- Sí.

- ¿Usted escuchó cómo lo torturaban?

- Sí.

- ¿Usted intervino?

- No

- ¿Finalmente lo asesinaron?

- Sí

Según distintos medios de comunicación, las autoridades informaron que Sánchez Patrón murió en un operativo de las fuerzas federales en el que incluso fue necesario usar un helicóptero artillado.

El crimen de Óscar Paredes

Óscar Javier Paredes Echegaray también fue abogado de los jefes del Cartel de Sinaloa y tuvo un final trágico. En agosto de 2010, tres personas lo siguieron hasta el bar ‘Bengala’ de la Ciudad de México para quitarle la vida a balazos. Tenía 45 años.

Una de las líneas de investigación era que se había tratado de una venganza de la peligrosa banda de secuestradores conocida como ‘La Flor’ y ‘Los Petriciolet’, que raptó al hijo del litigante. Solo pagando un rescate lo liberaron. La policía lo descartó más tarde porque el grupo ya estaba desarticulado y él no era un testigo clave en los procesos penales contra sus líderes.

El periódico La Jornada informó que los tres homicidas llegaron al bar y se hicieron pasar por taxistas. Cuando les abrieron, dos de ellos se acercaron a Paredes Echegaray para acribillarlo.

“Iban directamente a eso: a asesinar a alguien”, declaró Manuel Mondragón, quien era el jefe de la Policía de la Ciudad de México.


El nombre de Paredes Echegaray volvió a mencionarse 13 años después en el juicio de García Luna.

Uno de los testigos estrella de la Fiscalía, Jesús ‘El Rey’ Zambada, quien era operador del cartel en la Ciudad de México, declaró que con la ayuda de Paredes Echegaray pudo entregarle un soborno de 5 millones de dólares a García Luna en 2006 y así garantizó un acuerdo que se mantuvo vigente hasta su salida de la Secretaría de Seguridad Pública de México.

El dinero se lo dieron en dos partes, en el restaurante de comida francesa Champs Elysees, que estaba ubicado sobre la avenida Reforma, cerca de la embajada de Estados Unidos.

La primera entrega fue de tres millones de dólares y colocaron los billetes en un portafolios negro y maletas deportivas grandes del mismo color, según las crónicas de periodistas que cubren el juicio.

Zambada acudió al restaurante, pero no se acercó a García Luna porque -según dijo- quería mantener un perfil bajo. El funcionario y Paredes Echegaray charlaron en una sección privada, en el segundo piso del establecimiento. Tras el encuentro, el abogado le comentó que el acuerdo era que ‘El Mayo’ gozaría de la protección del gobierno y estaría fuera de investigaciones y persecuciones policiales.


“(Paredes) me dijo que (García Luna) le iba a dar protección a mi hermano, que no lo iba a molestar, que lo iba a dejar seguir trabajando”, declaró Zambada, citado por Jesús García, reportero de los periódicos El Diario y La Opinión.

Pero García Luna dejó otro mensaje: era lo único que podía ofrecer, pues “tenía compromiso con los Beltrán Leyva”.

En una segunda reunión, en la que le habrían entregado dos millones de dólares, Paredes y Zambada se vieron en el restaurante antes de la hora acordada y fueron sorprendidos por el funcionario.

"Él me dijo que 'mucho gusto' y yo le dije lo mismo, pero luego me fui y se quedaron reunidos los demás. Yo puse el dinero, pero no quería que me reconocieran porque no quería terminar investigado y en las listas de los más buscados", dijo Zambada, según Milenio.

‘El Rey’ fue detenido en una casa de la Ciudad de México en 2008 y luego lo extraditaron a EEUU por una causa penal por narcotráfico. Aceptó cooperar con el gobierno y testificó en el juicio de ‘El Chapo’.

Casi en secreto, un juez lo condenó a 12 años de prisión en 2020, lo cual significó que ya había cumplido el castigo. Ahora Zambada es un hombre libre y vive con su familia en este país. Su acuerdo incluyó que el Departamento de Justicia hiciera los arreglos necesarios para traer a sus seres queridos de México.

Sobre el asesinato Paredes Echegaray, las autoridades de la Ciudad de México creen que estuvo relacionado con sus actividades profesionales como abogado. El crimen aún no ha sido resuelto.

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