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Empleo

La historia de la mesera que recibió $4,400 de propina y después fue despedida

Una organización altruista que se reúne para apoyar a trabajadores de restaurantes afectados por la pandemia de covid-19 tuvo el gesto con la mesera. Ella, junto a otras personas los habían atendido durante una cena en Arkansas.
Publicado 14 Dic 2021 – 01:51 PM EST | Actualizado 14 Dic 2021 – 02:11 PM EST
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A principios de diciembre, una mesonera que atendió, junto a otros colegas, una cena en un restaurante de Arkansas recibió $4,400 como propina. En ese momento, los mesoneros se negaron a repartir la gratificación con el resto de los empleados del local argumentando un acuerdo interno. Días más tarde, la empresa le anunció a la mujer su despido por haberle hecho saber al cliente cómo estaban organizados.

Ryan Brandt, de 35 años, sirvió la noche del pasado 2 de diciembre a un grupo de más de 30 personas en el restaurante Over & Tap, localizado en Bentonville, en el noroeste del estado. Al terminar la cena, el organizador, de nombre Grant Wise, quien pertenece a una organización altruista abrazó a Brandt y dijo en voz alta: "Cada uno de quienes estamos en esta mesa ha contribuido con cien dólares como propina para ti y el resto de los mesoneros (…) ¡Así que estamos dejando una propina por un total de $4,400!”.


Los asistentes estallaron en júbilo. Brandt, quien en ese momento llevaba trabajando en el lugar tres años y medio, no pudo creer lo que ocurría, puso su cara entre sus manos y se echó a llorar de emoción.

"Fue un momento hermoso y uno que nunca olvidaré", escribió después Wise en sus redes sociales aquella noche.

Una noche para compartir

Aquella cena y la sorpresa a los mesoneros había sido organizada por Wise, un agente inmobiliario especialista en redes sociales, quien invitó a los miembros de una organización llamada 100 Dollar Dinner Club (El club de los cien dólares), a la que él mismo pertenece, al restaurante que a él y a su esposa les gustaba.

La organización 100 Dollar Dinner Club se presentan en su página web como un grupo de personas que se reúnen una vez a la semana “con la intención de establecer contactos y apoyar a un restaurante local que ha sido golpeado duramente por el covid y entregar una propina masiva a los meseros”.

“Más que el dinero, que puede cambiar la vida, este acto de caridad es una forma de mostrar a nuestros vecinos de restaurantes que son vistos, amados y esenciales”, se lee en la página.

Después de recibir la propina, Brandt le informó al gerente sobre el gesto. Sin embargo, el gerente le dijo que ella y los otros meseros que habían trabajado en la fiesta no podían quedarse con todo el dinero, que, si querían quedárselo, tendrían que dividirlo entre los cocineros, auxiliares de cocina y el resto del personal. “Algo que nunca antes había sucedido”, dijo Brandt al diario The Washington Post.

Organización entre los empleados

El abogado de Brandt, Bill Horton, aseguró que en el restaurante Oven & Tap el 7% de las ventas de alimentos y bebidas que realiza un mesero se deducen automáticamente de sus cheques de pago para repartir al resto del personal, mientras que las propinas en efectivo a los meseros no se tocan.

Aún así, aquella noche del 2 de diciembre, Brandt entregó toda la propina al gerente para ser compartida con todo el personal. Volvió a la mesa de Wise y le agradeció su generosidad; sin embargo, le explicó que no había podido quedarse con la propina completa.

Wise se acercó al gerente para pedirle que le devolvieran el dinero, ya que los asistentes solo tenían la intención de dar propina a los mesoneros que los habían atendido.

Wise le dio a Brandt el dinero en mano y, aquella noche, después de repartir la gratificación con sus colegas, se fue con $2,200.

A través de un portavoz, el propietario del local confirmó al Post que el restaurante normalmente permite a los mesoneros quedarse con las propinas en efectivo en su totalidad.

Natalie Ghidotti, presidenta y directora ejecutiva de la empresa de relaciones públicas del restaurante, aseguró que cuando Wise solicitó que su propina se enviara solo a los meseros, los propietarios "inmediatamente cumplieron con esa solicitud, ya que tienen el derecho absoluto de dar propina a quien quieran", escribió.

Oven & Tap dijo que esa noche pagó a otros empleados alrededor de $7,000, "porque sentimos que todo el personal trabajó tan duro esa noche para atender a un grupo grande de 32 personas".

Despido sorpresivo

Días más tarde, el 7 de diciembre, los propietarios del negocio le informaron a Brandt que sería despedida argumentando que ella le había hecho saber a los clientes cómo se distribuía la propina en el restaurante. El abogado de la mujer aseguró que se trata de una injusticia porque la propina fue entregada en efectivo, por lo que podían quedarse con ella.

Ese mismo día, al enterarse, Wise publicó en su cuenta de Facebook: “Estoy tan triste de escuchar que la chica que dimos propina la otra noche en nuestro 100 Dollar Dinner Club haya sido despedida de su trabajo. No entiendo completamente por qué le pasaría esto a lo que parece una mujer tan dulce y de buen corazón”.

Una avalancha de críticas cayó sobre las redes sociales del restaurante. Tres días después, los propietarios de Oven & Tap amenazaron con demandar a Brandt en una carta de cese y desistimiento en la que afirmaban que había dañado permanentemente la reputación del restaurante.

El abogado del negocio, Steve Brooks, escribió en una carta que su cliente "ahora ha sido elegido como un restaurante que trata mal a sus empleados".

Wise inició una campaña de GoFundMe para recaudar dinero para que Brandt pudiera pagar el alquiler y comprar comida mientras estaba desempleada. En cuestión de días, la recaudación de fondos superó su objetivo y superó, este martes, los $9,000.

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