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Enfermedad del cáncer

“Con algo pequeño podemos contribuir a grandes cosas”: Madre recicla tapas de botellas para ayudar a niños con cáncer

Fernanda Robles es una joven madre de dos niños que vive en Pflugerville y gracias al reciclaje de tapas ha logrado contribuir con una fundación que ayuda a tratamientos de niños con cáncer en su país natal, México.
30 Abr 2021 – 10:28 AM EDT
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AUSTIN, Texas.- Una joven madre guarda las tapas de botellas con el propósito de ayudar a costear los tratamientos de quimioterapias para niños con cáncer en el extranjero. Fernanda Robles es una joven madre de dos niños, originaria de la ciudad de Monterrey, México, que llegó a los Estados Unidos hace poco menos de 3 años.

Estando en Texas, Robles se dio cuenta de cómo el reciclaje de tapas podría jugar un papel importante para ayudar con los gastos de quimioterapias de menores que enfrentan cáncer infantil en su país natal.

“Siempre me ha gustado ayudar..o sea desde muy pequeña, desde que tengo 17 años, me ha gustado contribuir en la labor social. Me vine a Estados Unidos y ya pues ya no pude contribuir, pero tenía esa inquietud. La causa del cáncer infantil siempre me ha motivado. Siempre dije qué podemos hacer. Con algo tan pequeño podemos contribuir a grandes cosas”, dijo Robles.

Según narró la mujer, las redes sociales han sido una de las principales herramientas de esta joven madre, quien a través de sus publicaciones invita a residentes del área de Austin y sus alrededores a donar sus tapas. “Siempre me preguntan qué tipo de tapitas, siempre les digo todo tipo de tapitas, desde la de refresco, desde la de agua.. de la lavandería”, indicó.

¿Cómo las tapias ayudan a los niños con cáncer?

Robles explicó que guarda las tapitas en un rincón de su hogar para eventualmente enviarlas a la ciudad de Monterrey. Después de recolectar todas las tapas y otras donaciones que recibe de residentes emprende un viaje en carretera de 7 horas desde Pflugerville hasta Nuevo León.

La donación de tapitas llega hasta la fundación Rayito de Esperanza en la ciudad de Monterrey para posteriormente ser trasladadas al “Banco de Tapitas”, un centro de reciclaje que se encarga de recibir las taparoscas y de esa manera generar los ingresos que se necesitan para pagar las quimioterapias y gastos medicos de estos niños.

“Eso es lo que más nos da felicidad y nos motiva y sobre todo ver como los niños siendo tan chiquitos le echan ganas y van muy contentos a tomar sus quimioterapias, eso es lo que más nos motiva”, indicó la madre.

Si le interesa más sobre esta iniciativa puede buscar a través de la fundación Rayito de Esperanza.

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