Inmigrante mexicana abre escuela de costura gratis en Nueva York y regala máquinas de coser
NUEVA YORK.- Sonia Castrejón, inmigrante mexicana de 44 años, abrió una escuela de costura que brinda sus servicios de manera gratuita en Bushwick, Nueva York. Se llama escuela de costura La Michoacana, dirigida a madres con niños que tienen desafíos de salud especiales.
“A mí en lo personal se me ha hecho la vida en este país bastante complicada y difícil”, cuenta Castrejón a Univision 41. “Aunque gracias a Dios yo tengo mis hijos sanos. Pienso en las mamás que tienen niños especiales, porque, si yo tengo mis hijos sanos y se me complica la vida, imagínate ellas. Por eso lo quise hacer para madres con desafíos especiales”, añade la hispana.
Castrejón aprendió a coser a los 13 años cuando vivía en México y trabajaba haciendo limpieza en la casa de una mujer. Pero nunca pensó que la costura le llevaría a cambiar tantas vidas de otras mujeres.
“Con el tiempo emigré a Estados Unidos”, relata Castrejón “y me tocó hacer de todo: limpieza, trabajos de construcción, en restaurantes… Pero en la pandemia me quedé sin trabajo y me las vi bien difícil”, cuenta la mujer que se las tuvo que ingeniar y ponerse a coser para ganarse la vida.
"La paz de la costura": la razón por la que Sonia Castrejón enseña este arte
Afortunadamente, dice Sonia, le dieron la oportunidad de trabajar como costurera. “Me di cuenta que es un trabajo que me gusta mucho y que la costura me relaja”, explica la mexicana.
Al experimentar “la paz de la costura” quiso compartirla con otras personas y fue por eso que pensó en las madres más luchadoras, que para ella son aquellas con hijos con desafíos de salud especiales.
"Y lo bonito de esta vida es coser sueños, bordar historias y desatar los nudos de nuestros días", dice uno de los mensajes escritos en las ventanas de su taller de costura.
Sonia no es una mujer rica, pero tuvo que costear parte de las telas y otros materiales que sus alumnas iban a usar en las clases de costura. Y así, de manera modesta, pero con todo el corazón, comenzó su pequeña escuela.
También pidió ayuda a algunos de sus amigos y a la comunidad en redes sociales. “Tengo muchas amistades y pertenezco a un colectivo que se llama Grupo Amor y ellos me ayudaron a hacer un post en Instagram, diciendo que yo estaba dando clases gratuitas, a personas que necesitaran un taller de costura”, comenta Sonia.
Así, algunas personas de distintas procedencias que tenían máquinas de coser se las donaron y ella, a su vez, se las entregó a sus alumnas.
El blog This Bushwick Life, reportó la graduación resaltando la iniciativa de la madre de dos hijos, que impulsó una escuela sin fines de lucro a pulso propio.
La Michoacana hizo la graduación y ahora piensa en la nueva promoción
Y cuando se graduaron, la escuela de costura La Michoacana les dio sus diplomas debidamente notariados para darles más valor.
Los resultados han sido muy satisfactorios para ella, según cuenta. “Dos personas que tomaron las clases ya están trabajando conmigo también, ayudándome”, dice Sonia orgullosa.
Al reflexionar sobre cómo logró empoderar a estas madres y ayudarlas a ganarse la vida, confiesa que eso le deja “un buen sabor de boca” y le hace sentir una "satisfacción” muy grande, que la va a llevar en su corazón hasta el último día de su vida.
Pero el sueño de Sonia Castrejón no para ahí. “Ya se graduaron las primeras. Ahora me toca buscar los materiales para un nuevo grupo”, sostiene.
Además de enseñarles a coser, Castrejón sueña con que esto ayude a que algún día sus alumnas puedan crear sus propias empresas.
La segunda promoción de la Escuela de Costura la Michoacana se realizará a finales de abril. Si deseas más información llama al: (347) 962-4261.