Las relaciones en los tiempos de Netflix

“El día está como para Netflix”. Cada vez es más común escuchar esta expresión entre las parejas. Y qué tal cuando uno le dice al otro: “¡No veas el siguiente capítulo sin mí!”.
La complicidad y el amor van de la mano a la hora de disfrutar una serie o una película. Se teje, por supuesto, una rutina en torno a esta actividad: maratones, comida en la cama, besos, cariñitos…
Todavía recuerdo la tarde en que mi roommate peleó un poco con su novio al enterarse de que él había roto una de sus primeras promesas: mirar juntos el final de How I Met Your Mother.
Así las cosas. La TV vía streaming se ha convertido en uno de los distractores favoritos. Pasamos más tiempo “haciendo eso” que socializando, leyendo y ejercitándonos, ¡todo junto! Tan sólo el 70% de los consumidores estadounidenses acostumbra echarse al menos una temporada completa de jalón. Vaya, las personas invierten el doble de tiempo en Netflix que con amigos. Pasan, en promedio, una hora y 40 minutos al día en dicho servicio de entretenimiento.
Por desgracia, el ocio en dupla puede doler un poco: “Y ahí estaba, en la lista de Lo más visto, nuestro relato de amor. Cada episodio, cada sesión narraba, paso a paso, nuestro camino juntos… Como cuando me besó tan tiernamente luego de ver un poco de comedia.”
¿Quién se queda con la contraseña de la cuenta? ¿Seguirá viendo lo mismo que yo? ¿Esa escena, “nuestra escena”, le conmueve tanto como a mí? Netflix es también una historia de desamor. Y qué difícil puede ser romper ese vínculo.
“Ya eres chill de otro Netflix”Lo anterior ocurre en el terreno meloso, pero ¿qué pasa con el cortejo? ¿La propuesta “ Netflix & chill” está terminando con los procesos de seducción?
Para la mayoría, esta frase significa “Vamos a casa, veamos un capítulo de Game of Thrones (por ejemplo) mientras tenemos sexo en el sofá”. Así de fácil se logra una cita hoy en día.
Económicamente es, incluso, más viable para ciertas personas, pues te ahorras la cena y los boletos del cine, además del esfuerzo que podría implicar salir a la calle; vamos, no hay que trabajar -hacer labor- para conseguir una noche con buena compañía.
Moira Weigel, autora de Labor of Love: The Invention of Dating, explica el fenómeno que implica economía, citas amorosas y sexo. Y es que la búsqueda de sexo y romance cambió incluso con la llegada de los teléfonos inteligentes.
Lo usual, actualmente, es que se contesten mails de carácter laboral durante las horas libres. No hay que olvidar la presencia en las redes sociales, eso también consume tiempo. Los Smartphones nos acercan a las parejas y a los pendientes. Las personas trabajan más, a deshoras, desde casa o un café. Ya no es como hace unos años, argumenta Moira, cuando lo habitual era encontrar un empleo con horarios y oficinas establecidas. Era más sencillo planear una reunión o un encuentro, las personas tenían un mayor dominio de su tiempo, había un límite entre el trabajo y el ocio.
En resumen, los jóvenes de hoy trabajan tanto (o de manera poco ortodoxa en horarios) que no resulta extraña su falta de energía, ganas y tiempo para aventurarse a la conquista amorosa.
¿Qué significa eso? ¿Nos hemos convertido en autónomos sexuales?, se pregunta Moira Weigel, quien asegura que el cortejo siempre ha sido dictado por los cambios en el mercado. Según una encuesta, la mayoría de los estadunidenses desean hallar una persona con quien puedan ver Breaking Bad y tener relaciones sexuales. Así, a gusto. Por cierto, al menos un 53% de ellos no se ha casado: la tasa de matrimonio ha disminuido considerablemente desde 1960.
Otro estudio, realizado por investigadores de Harvard y la Universidad de Virginia, señala que un número creciente de estadounidenses está evitando el matrimonio y la concepción de hijos. Los salarios bajos y la falta de seguridad respecto a los empleos fueron las razones principales para postergar el emparejamiento, que en tiempos remotos conducía indudablemente a la unión conyugal y la reproducción.
Aunque la falta de dinero no es todo. El matrimonio dejó de ser la piedra angular de la adultez, según la percepción de los jóvenes. El ideal es completar los estudios y alcanzar una estabilidad financiera. Una buena posición económica otorga mayor seguridad y libertad para elegir con quién deseas pasar su tiempo y en qué tipo de cosas o actividades pretendes involucrarte.
Entonces, ¿el día está como para Netflix?
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