Orinarte en la alberca puede tener un efecto nocivo en tu salud: el cloro no puede con todo
Todo es risa y diversión en la alberca hasta que recuerdas que estás nadando en el sudor, células muertas, saliva y sí, también pipí y en los casos más extremos heces de todas las demás personas que disfrutan del agua y sol. Afortunadamente, el cloro y demás químicos que tienen las piscinas ayuda a que este 'caldo de fluidos humanos' no sea tan asqueroso.
No obstante, antes de dejar que tu pequeño o incluso tú se orinen en la alberca –por favor, no lo hagas– es importante que sepas que esta pipí puede afectar la acción efectiva del cloro. Te explicamos.
Orinarte en la alberca es algo asqueroso, no hay duda de ello. Sin embargo, si en un caso desesperado piensas que no es tan grave relajar tu vejiga en la piscina porque crees que el cloro mantendrá todo limpio, tememos decirte que NO es así.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades ( CDC) explican que las albercas tienen cloro y demás sustancias que matan a la mayoría de los gérmenes y bacterias en cuestión de minutos. Sin embargo, algunos de estos microbios pueden vivir en el agua durante días, principalmente por culpa de los fluidos humanos, en especial la pipí.
Así que en lugar de que el cloro ataque a la pipí al 100%, más bien es debilitado por ella. La Dra. Kathryn Boling explica que la orina afecta al cloro y evita que sea completamente efectivo.
quote: La orina le quita al cloro la capacidad de hacer las cosas que realmente se supone que debe hacer, que es matar virus y gérmenes.
Y créeme, realmente quieres que el cloro esté en su mejor momento y acabe con todos los gérmenes. Tan sólo una persona puede meter a una alberca miles de millones de microbios, muchos de ellos dañinos para la salud si no se eliminan del agua. La CDC advierte que una persona promedio introduce 10 millones de microbios en el pelo, 8 millones en la saliva, 5 millones en las manos y miles de millones más en la piel, la boca y la nariz.
A eso le puedes sumar de una a dos latas de refresco llenas de sudor, todos los residuos de cosméticos y lociones que se desprenden de nuestra piel la piel y sí, pipí y popó: un niño pequeño puede llevar consigo 10 gramos de caca con 10 billones de microbios.
Todos estos microbios son atacados por el cloro y los químicos cuando están funcionando de manera efectiva pero, como ya vimos, la orina afecta que sean los soldados listos y aptos para terminar con estos gérmenes.
El terror de la pipí en la alberca no termina ahí, la orina también afecta el 'espacio de trabajo' del cloro, el cual necesita de un pH adecuado para realizar bien sus funciones de desinfección. No obstante, cuando la orina se dispersa por el agua altera este pH, provocando así que el cloro ya no tenga las condiciones óptimas para hacer bien su trabajo.
¿Otro efecto negativo de orinarte en la alberca? La combinación de la orina con el cloro de la piscina también puede producir cloraminas, unos agentes irritantes químicos que, de acuerdo con la CDC, pueden causar irritación nasal, tos, ardor y enrojecimiento de los ojos, irritación de la piel y sarpullido.
Siempre evita hacer de la alberca tu sanitario. Tu pipí realmente es nociva para el cloro y para todos los que quieren pasar un tiempo de diversión en el agua.
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