Bank of America, JP Morgan Chase, Wells Fargo & Co y Citigroup Inc. están acusados de otorgar préstamos hipotecarios con trampas a minorías, lo que habría generado pérdida de ingresos y devaluación de las propiedades.
Varios empleados de la entidad bancaria acusaron a la empresa de aprovecharse de los indocumentados para aumentar sus ganancias. El gancho era pagarles 10 dólares o cambiarles sus cheques gratis.
Exempleados aseguran que algunos de sus compañeros visitaban lugares frecuentados por inmigrantes para convencerlos de abrir cuentas de ahorro o cheques, con el objetivo de cumplir altas metas de ventas. Incluso denuncian que los empleados ofrecían 10 dólares a quienes abrieran la cuenta.
A través de una aplicación para teléfonos inteligentes se podría solicitar un código de ocho dígitos y retirar el dinero en efectivo de la cuenta en cualquier cajero electrónico del país. Esta modalidad sería replicada por otros bancos.
El banco denegó un préstamo estudiantil a Mitzie Pérez, una inmigrante de 25 años, que asegura que la discriminaron por no ser ciudadana estadounidense.
La compañía recibió una calificación "C" luego de que se reportaran más de 4,000 quejas de clientes, y de que fuera encontrada culpable de crear cuentas falsas y de mover dinero de sus usuarios sin su consentimiento.
El CEO de Wells Fargo, John Stumpf, fue este martes a dar explicaciones a los legisladores sobre la creación de centenares de miles de cuentas y tarjetas que los clientes ni querían ni sabían que existían. Quedaron muchas preguntas por contestar.