Con un final feliz concluyó el caso de una madre dominicana, cuyo hijo se extravió mientras viajaba solo desde República Dominicana a Nueva York, en septiembre de este año. Ella declaró que la confusión de la empresa, que envió a su hijo a Boston por equivocación, le provocó angustia y estrés emocional. Sin embargo, llegó a un acuerdo monetario confidencial, que parece haberla dejado más tranquila.