Asegura que el medicamento derivado del cannabis, y que ella misma produce, es lo único que alivia las convulsiones del menor. La mujer se unió a otras dos madres para instalar una plantación de marihuana, que no está en sus casas por seguridad, y extraer el aceite para fabricar la medicina. A través de este método encontró calidad de vida para su hijo de 6 años de edad que tiene microcefalia y discapacidad múltiple, y un ahorro de más de 900 dólares mensuales.