La noche de los Oscar estuvo definida por la fuerza que mostraron las mujeres presentes. Una de las demostraciones más evidentes fue la falta de maquillaje que las llevó a lucir su edad (y sus arrugas) con todo el orgullo que les otorga el empoderamiento. La tendencia demostró que el maquillaje ligero, las líneas de envejecimiento, el pelo en recogidos sueltos, las imperfecciones en la piel y, sobre todo, la naturalidad que pocas veces vemos en las alfombras rojas era lo que todas estaban deseando.