Mascotas virtuales: pros y contras
La tecnología ha atravesado diversos campos de la vida cotidiana alcanzando áreas donde antes no tenía cabida. Las mascotas son uno de estos aspectos que se han renovado con la llegada de las mascotas virtuales, que están refrescando los conceptos de cuidar a las mascotas
iMujer te cuenta en qué consiste esta tendencia y qué beneficios y desventajas trae consigo tener una.
¿Qué son las mascotas virtuales?
Son un tipo de software que emula a una criatura a la que debemos cuidar exactamente igual que si fuera una real: alimentarla, asearla, jugar hacen parte de las tareas que son necesarias para interactuar con ella.
La primera generación se remonta hacia 1996 con los populares Tamagotchi (huevo amigo), una suerte de llavero con una pantalla y 3 botones donde veíamos un pequeño muñeco pixelado con el que interactuábamos alimentándolo, bañándolo, mandándolo a dormir, entre otras actividades.
Los Digimon fueron un paso más allá pues permitían a sus propietarios, además, conectar sus criaturas para que se enfrentaran entre sí.
En este momento las mascotas se han trasladado a la Internet mejorando su apariencia en distintas páginas web como neopets, webkinz y subeta, entre otras donde la mascota vive en un mundo virtual y los jugadores desarrollan labores a diario para ganar dinero e invertir en mejoras para sus mascotas.
En las consolas de videojuego, tablets y smartphones también encontramos algunas posibilidades de criar nuestras propias mascotas, como el caso de Nintendogs con una asombrosa animación en 3D que ha llevado a los jugadores a una experiencia muy real, pues ya no solamente son los gráficos los que muestran el estado de ánimo y las necesidades de la criatura, sino que éste se refleja en su lenguaje corporal y expresiones faciales.
Las pantallas táctiles y sistemas de reconocimiento de voz son otros de los avances que han contribuido a perfeccionar dicha sensación de realismo.
Pros y contras de las mascotas virtuales
Los psicólogos y expertos afirman que esta tendencia tiene un lado positivo pues en los niños se llegan a desarrollar conceptos como responsabilidad y respeto al ser ellos los únicos encargados del cuidado de las mascotas.
De igual manera, los adultos pueden evaluar si están preparados para cuidar de una mascota (aunque vale la pena señalar que el esfuerzo de una mascota virtual no es comparado al de una real). Otro aspecto a tener en cuenta es el nulo impacto que estas mascotas causan en la casa en cuanto a estragos y suciedad.
Los detractores de esta práctica afirman que el cariño que puede brindar las mascotas virtuales nunca se podrá comparar con una de carne y hueso, lo que le restaría las cualidades terapéuticas que se le dan a las segundas.
Además, al no existir un código ético real de los comportamientos con las criaturas digitales se puede dar pie a conductas negativas que luego serían reproducidas en la vida real.
¿ Adoptarías una mascota virtual? ¿Ya tienes una?, comparte tus opiniones con nosotros.