De solo imaginar la forma en que surgió una idea tan extraña, me hace reflexionar sobre la comida. No estamos hablando de mantequilla de maní, de Oreos o cualquier otra de esas cosas que suelen mezclarse con las comidas, estamos hablando de uno de los snacks más raros del mundo. Acuérdate de los dedos naranja cada vez que comes cheetos, de su gusto fuerte y su forma. Ahora imagina eso mismo mezclado dentro de tu pop cuando vayas a la sala de cine.