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“Comprendan mi dolor”: el llanto de una madre que busca a su hija separada en la frontera

Hace 82 días la mujer escuchó por última vez a su pequeña hija, quien emocionada le contaba por teléfono que había llegado a EEUU junto a su abuela. Ellas se entregaron a las autoridades migratorias, pero nunca más se supo del paradero de la niña de 6 años.
16 Jul 2021 – 11:51 AM EDT
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Cuando Hilda López supo en abril pasado que su madre Pascuala González había decidido vender su tierra, reces y pedir un préstamo en su natal Guatemala, con la intención de alcanzarla en Florida y llevarle a su hija Keilin Odalis López, se emocionó al imaginar que podrían celebrar juntas el cumpleaños 7 de la pequeña.

Sin embargo, a casi tres meses del inicio de la travesía de su madre, un par de sus hermanos y su hija -desde la ciudad de Quezaltenango- no sabe el paradero de Keilin, quien fue separada al momento de llegar a los Estados Unidos y ninguna autoridad le sabe decir con certeza dónde está y mucho menos cuándo podrá volver a verla.

Hace 82 días -que lleva contados con suma ansiedad-, esta madre escuchó a Keilin emocionada al haber llegado a EEUU y justo antes de entregarse a los agentes de inmigración. “Estaba muy contenta por estar más cerca de mí”, dice López afligida. Agrega que solo espera que su pequeña esté bien, donde quiera que se encuentre.

La pesadilla de esta humilde familia comenzó cuando González cruzó la frontera por Reynosa, México, justo al entregarse a las autoridades estadounidenses. “Fue allí cuando me apartaron de mi nieta”, cuenta la abuela quien recuerda que pasaron horas hasta que le dijeron que sería deportada a México con sus hijos, y no con Keilin debido a que no era su hija.

Mientras su madre pasó días y noches de sufrimiento en la frontera mexicana sin comida ni dinero, Hilda -quien vive en Florida con sus otros tres hijos- recibió una llamada de un supuesto agente de migración, quien le preguntó sus datos y sobre su parentesco con Keilin.

A pesar de que la llamada le dio un poco de calma, los días pasaron sin que nadie más la contactara. Desesperada, la mujer decidió llamar a Nora Sándigo, quien tiene una fundación que se encarga de ayudar a menores de edad en estos casos y que es consciente de los estragos emocionales que los niños pueden sufrir al estar separados de sus seres queridos.

“Ha sido muy doloroso porque tenemos pruebas de que llamaron a Hilda y que la niña está en manos de las autoridades y no de criminales”, señala Sándigo, quien no entiende el porqué nadie puede corroborar dónde está la menor o si se perdió, a pesar de que López ha cumplido con todos los requisitos legales para poder contactarla.

Atrapada en este silencio institucional, López ha recibido el apoyo gratuito del abogado Nicolás Aguado, quien ha presentado hasta cinco solicitudes a las instancias gubernamentales correspondientes, sin que haya tenido respuesta alguna.

“Nunca había tenido un caso así”, señala el abogado Aguado, quien dice estar preocupado de los daños psicológicos irremediables que la pequeña pudiera tener de por vida, sin mencionar los estragos físicos que podría estar sufriendo.


El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus silgas en inglés) le dijo a Primer Impacto que la niña no está en su poder, mientras que el Departamento de Niños y Familias de Florida (DCF) emitió un comunicado en el que asegura que el Departamento de Salud (HHS) “no separa a estos niños de sus familias (…) sino que los recibe para ser enviados a sus padres”.

Sin más noticias oficiales y a una semana de cumplir tres meses sin que sepa el paradero de su hija, López no puede ocultar su frustración, mientras que la abuela afirma “no parar de llorar día y noche”.

Llena de angustia, la madre no pierde la esperanza de que pueda estar reunida con su hija el próximo 27 de julio, para poder abrazarla y desearle un muy feliz cumpleaños. “Si hay madres (dentro de las autoridades) solo les pido que comprendan mi dolor”, culmina la mujer.

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