Algunos productos para el cuidado de la piel pueden incluir este ingrediente activo, el cual también actúa sobre las manchas en la piel, las inflamaciones provocadas por el acné y espinillas, e incluso, se dice que es efectivo en tratar otros problemas como la caspa y callosidades. Crédito: Shutterstock
Las pieles grasas y con tendencia al acné son las que más pueden beneficiarse de este ingrediente, puesto que sirve para limpiar y exfoliar los poros, regular la producción de grasa de la piel, reducir las espinillas, desinflamar los brotes y combatir la actividad bacteriana del rostro. Crédito: Shutterstock
Al tener un efecto exfoliante, ayuda a mantener los poros limpios, y por lo tanto, a reducir la aparición de puntos negros y brotes, por lo que es sumamente recomendable para el uso en rostros con acné leve o moderado, ya que limpia a profundidad impidiendo que a piel se infecte. Crédito: Shutterstock
Además, el ácido salicílico también puede ayudar a regenerar las células de la piel para que puedas lucir un cutis renovado. Esto puede hacerlo al romper las adherencias en las células de las capas externas de la dermis, permitiéndole penetrar en los poros para limpiarlos y estimular la regeneración. Crédito: Getty Images