Biden arremete contra "la gran mentira" de Trump al lanzar una campaña en defensa del voto
El presidente Joe Biden declaró que preservar los derechos de voto son "la prueba más importante para la democracia estadounidense desde la Guerra Civil", en su primera declaración frontal contra la idea promovida por Donald Trump y los republicanos de que su triunfo en noviembre se debió a un supuesto fraude del cual ni las auditorías ni las cortes han encontrado evidencia alguna.
"No es una hipérbole: desde la Guerra Civil", insistió Biden, quien sostiene que proteger el acceso a las boletas de votación es la causa central de su presidencia. El mandatario demócrata se ha enfrentado a fuertes críticas de sus aliados por no hacer más, a la no menos dura oposición republicana y a las complejas matemáticas de un Senado dividido, que ha impedido que avancen algunas de sus propuestas.
“La gran mentira es solo eso, una gran mentira”, sentenció el presidente en el National Constitution Center en Filadelfia.
El presidente calificó los esfuerzos para restringir el acceso al voto como "antiestadounidenses" y "antidemocráticos" y lanzó una andanada contra Trump, quien alega sin fundamentos que le fue robada la elección de 2020 por un supuesto fraude del cual no ha presentado ni una sola prueba.
“En EEUU, si tú pierdes, tú aceptas los resultados”, dijo Biden cuestionando la estrategia de Trump, quien nunca reconoció oficialmente su derrota en las elecciones de noviembre del 2020 y quien ha cuestionado resultados en decenas de estados, aunque sin fundamento alguno.
“Tú no llamas ‘falsos’ a los hechos y tratas de derrumbar el experimento (político) estadounidense simplemente porque no estás contento. Es no es de estadistas, eso es egoísta. Eso no es democracia, es la negación del derecho al voto”.
Biden afirmó que quienes promueven ese tipo de mentiras “están amenazando la misma fundación de nuestro país”, al tiempo que preguntó a los republicanos que se han hecho eco de los infundios de Trump: “¿No tienen vergüenza?”.
El mandatario también calificó como "un imperativo nacional" la aprobación de propuestas del Congreso para anular las nuevas restricciones estatales de votación y restaurar partes de la Ley de Derechos Electorales que fueron frenados en los últimos años por la Corte Suprema.
En un apasionado discurso, el mandatario mencionó incluso diferencias entre el conflicto armado que enfrentó el norte contra el sur del país entre 1861 y 1865 con la crisis política actual. "Los confederados en ese entonces nunca violaron el Capitolio como lo hicieron los insurrectos el 6 de enero. No digo esto para que se alarmen. Lo digo porque deben alarmarse".
Pero Biden afirmó que hay espacio para la acción. "Tenemos los medios, solo necesitamos la voluntad. La voluntad de salvar y fortalecer nuestra democracia", aseguró.
El mandatario evitó cualquier mención sobre la posibilidad de que intente alterar el mecanismo "filibuster" del Senado, que se interpone en el camino de esa legislación federal.
Biden dijo que lanzaría una campaña nacional para armar a los votantes con información sobre cambios en las reglas y restricciones antes de las elecciones de mitad de periodo de 2022. "Tenemos que prepararnos ahora", afirmó el presidente.
Los comentarios de Biden se produjeron un día después de que los demócratas de Texas se fueran a Washington DC en un esfuerzo por negarle a su Legislatura controlada por el Partido Republicano el quórum necesario para aprobar un proyecto de ley que impone nuevas restricciones a la votación en el estado.
Los legisladores, que llegaron a la capital de la nación el lunes por la noche, dijeron que estaban preparados para permanecer en la capital del país, fuera del alcance de las fuerzas del orden de Texas, hasta que concluya una sesión legislativa especial a principios del próximo mes. La acción marca un nuevo y dramático enfrentamiento sobre el derecho al voto en Estados Unidos.
Parados cerca de los escalones del Capitolio de Estados Unidos para una conferencia de prensa antes de una reunión con el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, los demócratas prometieron "mantenerse al margen y acabar con este proyecto de ley".