Revlon, la multinacional de la cosmética, se declara en bancarrota acosada por las deudas
Revlon, la multinacional de la industria de la cosmética con 90 años de historia, solicitó esta semana la protección por bancarrota del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, agobiada por las deudas, las interrupciones en su cadena de suministro y los costos crecientes de sus operaciones.
“Permitirá a Revlon seguir ofreciendo a nuestros clientes los icónicos productos que hemos proveído durante décadas, al tiempo que ofrece un camino más claro para nuestro crecimiento futuro”, señaló en un comunicado la presidenta y directora ejecutiva de Revlon, Debra Perelman.
Según el medio especializado en economía CNBC, Revlon es la primera gran empresa de productos de consumo que se declara en bancarrota después de un 2021 de relativa calma tras las más de 30 que se acogieron a esta figura en 2020 por la pandemia de coronavirus.
S&P Global Market Intelligence había registrado hasta el pasado 31 de mayo 143 bancarrotas en todos los sectores, lo que describe como “el inicio de año más lento desde 2010”.
Según el medio Bloomberg, en los documentos judiciales Revlon enumeró activos por un total de $ 2.3 mil millones a fines de abril y deudas por $ 3.7 mil millones.
La compañía con sede en Nueva York dijo que espera recibir $575 millones en financiación deudor en posesión de sus acreedores, lo que le permitirá mantener sus operaciones diarias en funcionamiento.
Solo las subsidiarias de Canadá y Reino Unido están incluidas en el procedimiento presentado en el Tribunal de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York.
Revlon, titular de marcas como Almay o Elizabeth Arden, ha sido un pilar en los estantes de las tiendas durante décadas. La compañía lleva años en problemas por no haber conseguido adaptarse a los cambiantes gustos de belleza y la dura competencia.