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Política

El futuro de Trump en el Partido Republicano fuera de la Casa Blanca

La marca Trump ha quedado fuertemente golpeada después de perder las elecciones y del asalto al Capitolio. Pero todavía controla una sólida base del Partido Republicano. Entonces, ¿qué puede pasar una vez ceda el poder a Joe Biden? (Read this article in English)
16 Ene 2021 – 07:36 AM EST
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Solo ha habido cuatro juicios políticos en la historia de Estados Unidos y Donald Trump ha sido el objeto de la mitad de ellos.

Tras la aprobación del 'impeachment' en la Cámara de Representantes por "incitar a la insurrección" a sus simpatizantes que asaltaron el Capitolio el 6 de enero, con un segundo juicio político en el Senado Trump se arriesga a que se le prohíba ocupar un cargo futuro y, con ello, quede fuera de una posible carrera para postularse nuevamente a la presidencia en 2024.

¿Es este el final del camino para Trump? ¿Qué significa este escenario para un Partido Republicano dividido? Si bien es posible que Trump nunca vuelva a ocupar la Casa Blanca, muchos expertos dicen que el "trumpismo" o su movimiento para "Hacer a Estados Unidos grandioso de nuevo" (MAGA, por sus siglas en inglés) está lejos de rendirse.

“Hay mucha tensión en el partido (Republicano) en este momento. ¿En qué dirección va?" dijo Matt Terrill, exestratega del Partido Republicano de Firehouse Strategies. “El presidente Trump ha sido la voz más fuerte del partido durante los últimos cuatro años. ¿Será ese el caso durante los próximos cuatro años?", se preguntó.

En los últimos días, una serie de republicanos han roto filas con Trump, algunos incluso han abandonado el partido por su adhesión servil como un culto a Trump y sus actos que consideran inconstitucionales y potencialmente criminales.

Sigue el minuto a minuto de la caótica transición presidencial en el liveblog de Univison Noticias.

El vicepresidente Mike Pence estaba justificadamente molesto después de que lo dejaron expuesto a las hordas que pedían que lo colgaran durante el asalto al Capitolio el 6 de enero.

Y, más grave quizás para el presidente, el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, criticó abiertamente la negativa de Trump a reconocer los resultados de la elección presidencial y no ha vuelto a hablar con él desde entonces.

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"Espiral de muerte"

“Si estas elecciones fueran anuladas por meras acusaciones del lado perdedor, nuestra democracia entraría en una espiral de muerte. Nunca volveríamos a ver a toda la nación aceptar las elecciones ”, dijo McConnell al Senado.


En sus propios discursos, Trump y sus principales partidarios se han vuelto contra los republicanos que alguna vez fueron leales, incluidos el ex fiscal general William Barr y el gobernador de Georgia, Brian Kemp, por no defenderlo.

También ha sido bloqueado en las redes sociales y su Organización Trump perdió una serie de contratos, incluido un evento de golf de la PGA en una de sus instalaciones y contratos con la alcaldía de Nueva York.

Un banco incluso expulsó a su hija Ivanka Trump de su directorio y otros bancos y grandes corporaciones han anunciado un freno a sus donaciones a los republicanos que votaron para desafiar los resultados de las elecciones del 3 de noviembre.

Por si eso no fuera suficiente, una posible avalancha de demandas lo espera después de que deje el cargo y no podrá reclamar ya inmunidad presidencial ante un potencial enjuiciamiento. Salvo que se autoperdone antes de dejar el cargo y quede fuera del alcance de la justicia federal.

El partido de Trump

A pesar del tsunami de rechazo, Trump y su familia siguen desafiantes, presumiendo de que el apoyo es tan fuerte para el presidente que el Partido Republicano ahora le pertenece. Y cualquiera que se atreva a interponerse en su camino, será mejor que tenga cuidado.

“Este ya no es el Partido Republicano. Este es el Partido Republicano de Donald Trump", dijo su hijo, Donald Trump Jr., a la multitud el 6 de enero antes de que marchara hacia el Capitolio el día del asalto al edificio legislativo. "El movimiento MAGA no va (...) a ninguna parte", dijo su otro hijo, Eric Trump, quien consideró que su padre "creó el mayor movimiento político en la historia de Estados Unidos".

La segunda votación para llevar a Trump a un juicio político resultó 232 contra 197, dos votos más de "sí" que en su primera votación de 'impeachment' en diciembre de 2019. Pero fue mucho más bipartidista, con 10 republicanos que rompieron filas con el presidente, incluida la representante Liz Cheney de Wyoming, la tercera republicana de rango en la Cámara Baja e hija del exvicepresidente Dick Cheney.

Sin embargo, un día antes, algunos analistas pronosticaban que hasta 24 republicanos votarían contra Trump. Su destino sigue siendo incierto en el Senado, donde los miembros son más independientes y la indignación por las acciones del presidente es mayor.

La condena en el Senado requiere una mayoría de dos tercios o 67 senadores si los 100 miembros están presentes. Si los 50 demócratas votan por condenar, se requerirían otros 17 republicanos.

El legado de Trump

Sin duda, el juicio político puede haber dañado el legado de Trump y potencialmente su elegibilidad, pero su base de base en el partido sigue siendo firmemente leal. Y, aunque a algunos líderes republicanos puede que no les guste el mandatario, temen que el juicio político pueda convertirlo en un mártir entre su base y, de hecho, empoderarlo.

"No hay duda de que la marca Trump ha recibido un golpe entre muchos votantes, algunas personas en Washington y las corporaciones y donantes políticos", dijo Terrill. “Pero, ¿cómo se sienten los votantes de base? Sospecho que no se van a cambiar, independientemente del juicio político”, agregó.


Algunos temen que la mezcla tóxica de milicias de derecha, supremacistas blancos y seguidores de las teorías de conspiración de QAnon no desaparezca en silencio, infundiendo un temor real entre los políticos de ataques más violentos.


Eso deja al partido casi como rehén de la extrema derecha. Como resultado, es probable que Trump siga siendo una fuerza en las elecciones que enfrentará el partido en 2022 y 2024. De hecho, dos tercios de los republicanos de la Cámara Baja votaron para anular la certificación de los resultados de las elecciones en las horas posteriores a la insurrección y el 93% de los republicanos de la Cámara votaron en contra del juicio político este miércoles.

Lo que dicen las encuestas

En una encuesta de Axios-Ipsos, el 64% de los republicanos consultados dijeron que apoyan el comportamiento reciente de Trump y el 57% de los republicanos dijo que él debería ser su candidato para 2024. Solo el 17% piensa que debería ser destituido.

Pero es difícil ignorar la persistente erosión del apoyo a Trump en el núcleo conservador tradicional del partido. La encuesta de Axios encontró que la mayoría de los republicanos (56%) se consideran republicanos tradicionales, mientras que 36% se llaman a sí mismos republicanos alineados con Trump. Entre los que se identifican como republicanos tradicionales, el 24% dice que Trump debería ser destituido. Pero solo el 1% de los partidarios de Trump están abiertos a eso y el 94% rechaza la expulsión.

Esos números presentan un camino complicado para el Partido Republicano, dice Wadi Gaitan, un exfuncionario del también llamado Gran Viejo Partido (GOP) y miembro del personal del Congreso que ahora trabaja para la Iniciativa Libre, una organización no partidista que promueve políticas conservadoras dirigidas a la comunidad hispana.

“Tiene que haber alguien en el lado tradicional del partido que se levante y pueda ser un nuevo líder que pueda traer ese 36% pero aún sea representativo del 56%”, dijo, y agregó que el partido tiene un fuerte lista de candidatos alternativos, como Nikki Haley o Marco Rubio.

Gaitan, que no se identifica como es partidario de Trump, dijo que le gustaría que el GOP regresara a raíces conservadoras del libre mercado, menos nacionalista y más inclusivo. "El partido republicano tiene que volver a llevar su mensaje alrededor del Sueño Americano", dijo.

Mucho dependerá de si Trump decide desempeñar un papel activo en el partido o si vuelve a su anterior estatus de celebridad en televisión, asumiendo un papel más secundario. "No es un cambio fácil porque si la única persona sigue siendo Trump, será difícil para el partido avanzar", dijo Gaitan.

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