La policía había incautado un cargamento de productos de pirotecnia tras recibir una pista. Pero la operación policial para retirarlos acabó con el estallido de parte de los fuegos artificiales decomisados, que dejó al menos 17 heridos. Un hombre fue detenido por poseer fuegos artificiales y dispositivos destructivos y también por poner en peligro a los menores que estaban en casa.