Los ronquidos en el embarazo podrían ser síntoma de hipertensión
Durante la gestación, es probable que muchas mujeres que usualmente no roncaban comiencen a hacerlo.
Generalmente, los ronquidos se presentan en el tercer trimestre, debido a la falta de aire y el aumento de reflujo.
Aunque en la mayoría de los casos esta molestia suele ser inofensiva, un estudio reveló que también podría relacionarse con problemas mucho más graves.
De acuerdo con los especialistas, roncar durante la gestación podría ser una señal de hipertensión y preeclampsia.
Ronquidos durante el embarazo
Un estudio publicado en el American Journal of Obstetrics & Gynecology asegura que la apnea del sueño, cuyo principal síntoma son los ronquidos, podría estar relacionada con la preeclampsia y la hipertensión.
Según Mayo Clinic, la apnea del sueño es un trastorno en el que las vías respiratorias se contraen durante el ciclo de descanso. Esto provoca pausas intermitentes en la respiración, lo cual se traduce en ronquidos.
En la investigación, realizada por el Centro de Trastornos del Sueño de la Universidad de Michigan, se observó a 4.746 mujeres con más de 28 semanas de gestación.
Los expertos descubrieron que el 25% de las participantes comenzaron a roncar con mayor frecuencia con el paso del tiempo, presentando una predisposición más elevada a padecer hipertensión.
Esto se debe a que las hormonas durante el embarazo aumentan el flujo sanguíneo y la congestión nasal, ocasionando dificultad para respirar y ronquidos.
Asimismo, se argumenta que la postura juega un papel fundamental en este problema. Dormir boca arriba puede estimular los ronquidos, debido a la posición del diafragma y el efecto de la gravedad en las vías respiratorias.
Para evitarlo se recomienda dormir de lado, de preferencia en el izquierdo, pues esta posición tiene múltiples beneficios.
De esta forma se evitará presionar los vasos sanguíneos que transportan la sangre a los pulmones.
Los ronquidos suelen ser pasajeros; sin embargo, no deben pasarse por alto. Si comienzan a presentarse con mayor frecuencia, aún después del parto, es momento de asistir con el médico para descartar cualquier anormalidad.
¿Conocías este trastorno? Cuéntanos en los comentarios.
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