13 clichés que no pueden faltar en ninguna serie policial
Las series de policías han ido cambiando con el tiempo; hoy existen variantes que se enfocan también en otras fuerzas del orden, como ser el FBI, la CIA, o la NSA. Aunque las tramas pueden variar mucho o ligeramente, siempre se mantienen dentro de la misma premisa: se comete un crimen y el equipo investigativo lo investiga y lo resuelve.
Un género tan estructurado dio lugar a muchas herramientas argumentales y clichés que no dejan de repetirse; precisamente, a continuación presentaremos los 13 infaltables clichés de las series policiales.
1. Siempre hay un sabio veterano
Generalmente en todo equipo o precinto policial se cruzan diversas generaciones de agentes, aunque los veteranos pueden ser presentados entre los más experimentados, siempre habrá uno que se destacara por su sabiduría un tanto atípica, como es el caso de Mike Stone de The Streets of San Francisco (1972), con 20 años en la fuerza.
2. Siempre hay un personaje cínico y golpeado por la vida
En toda estación de policía se puede encontrar a un oficial como Andy Sipowicz de NYPD Blue (1993) que puede ser divorciado o viudo, de aspecto desaseado o desprolijo, con una personalidad cínica, condescendiente y notorios defectos de carácter. Que muchas veces ocultan una larga serie de desgracias personales que generaron esa personalidad.
3. Siempre hay un personaje irascible
El policía con un carácter explosivo puede ser un condimento indispensable en una serie, o bien puede ser el centro de toda la historia, como es el caso de Vic Mackey de la serie The Shield (2002). Esta clase de personajes muchas veces son los detonantes de una trama, pueden ser los antagonistas o, en el caso mencionado, los antihéroes.
4. Siempre hay un personaje excéntrico o culturalmente estereotipado
A fin de crear a un personaje inteligente o sagaz, se suele recurrir a transmitirle a dicho personaje una personalidad llamativa o comportamiento poco común, como fue el caso del detective Robert Goren de Law & Order: Criminal Intent (2001). También ocurre que la personalidad y comportamiento pueden basarse en un estereotipo cultural no agresivo.
5. Siempre hay un personaje duro y recio
Este personaje es diferente al “policía irascible”, porque no pierde el control. Es aquel que ha alcanzado experiencia callejera y sabe moverse de manera violenta sin llegar a romper del todo las reglas, razón por la cual no es demasiado bien visto entre sus pares o sus superiores. Un buen ejemplo es el alguacil Raylan Givens de la serie Justified (2010).
6. Siempre hay un personaje corrupto
Puede ser el tema central de la serie o bien un recurso argumental, pero siempre hay un caso de un oficial de moral debatible, que acepte sobornos o tenga contactos criminales, como Lionel Fusco de Person of Interest (2011), esto no determina si el personaje es simplemente “bueno” o “malo”, solo es parte del desarrollo de su personalidad.
7. Siempre hay un personaje novato o inexperto
A veces actúa como un comic-relief o también puede ser el componente emotivo del equipo al mostrarse idealista, motivado y (sin que suene peyorativo) ignorante sobre muchas realidades de la vida policiaca para las cuales la academia no lo preparo. Un buen ejemplo es Greg Sanders de la serie CSI (2000) el más joven del equipo.
8. Siempre hay –como mínimo– una persecución
Si se lo analiza, es algo prácticamente prioritario del género; una persecución ya sea en vehículos o a pie, siempre aparecerá aunque sea una vez por episodio. Es la cuota de acción mínima que una serie policial debe tener, sobre todo si cada episodio tiene a un caso nuevo, una nueva investigación y nuevos sospechosos.
9. Nadie soporta a los Federales
Este cliché se aplica únicamente a las series donde el FBI no es protagonista. A causa de ser un organismo más selectivo en cuanto a miembros, los agentes del FBI siempre son presentados como sujetos pedantes, altaneros y condescendientes, sobre todo cuando se apropian de una investigación de la policía recurriendo a su jurisdicción superior.
10. Los informantes siempre son criminales de baja estopa
Un viejo cliché heredado del cine basado en hechos, ya que los criminales menores (proxenetas, vendedores de droga, etc.) como Huggy Bear de Starsky & Hutch (1975) suelen volverse informantes de la policía para evitar una condena en la cárcel, incluso reciben un sueldo por ello y tienen una cobertura médica (como otros policías).
11. Los cuartos de interrogatorio siempre son oscuros con luces incidentes
A diferencia de la vida real, en las series policiales se suele recurrir a una habitación cerrada y oscura para generar una ilusión claustrofóbica y, gracias a la luz incidente, un posición acusatoria sobre el sospechoso interrogado. La rutina del “policía bueno y el policía malo” puede vincularse a este cliché, pero no sucede tan a menudo como se cree.
12. Los abogados de los sospechosos siempre son detestables
El estereotipo del abogado malicioso o intrínsecamente corrupto es algo viejo, pero nunca deja de ser efectivo (además, mucha gente comparte esa creencia). Cuando un sospechoso pide por SU abogado, éste siempre actúa de manera soberbia, inescrupulosa o poco ética, como ocurre con Maurice Levy de The Wire (2002).
13. Siempre existe una hija adolescente problemática
Para remarcar el lado humano de los miembros del equipo se les suelen dar problemas y preocupaciones familiares, un buen ejemplo de ello (y uno particularmente muy usado) es el tópico de la hija adolescente, como es el caso de Michelle, la hija de Camille Saroyan de la serie Bones (2005), quien debe enfrentar sus rabietas y cambios de humor.
¿Habías notado estos clichés? ¿Cuál otro agregarías?