Iván y Mario Urtecho, inmigrantes de Yucatán, México, llegaron a Dallas tras el huracán Gilberto en 1988, con pocos recursos y un inglés limitado. Comenzaron como lavaplatos, pero tras años de esfuerzo, abrieron su propio restaurante, “La Comida”. Aunque la pandemia les obligó a cerrar, se levantaron nuevamente con la convicción de compartir su cultura y ayudar a su comunidad. Su historia refleja la resiliencia de los latinos en Estados Unidos y es un llamado a seguir luchando por los sueños.