Aumentan casos de fiebre del valle en California: trabajadores agrícolas los más afectados
SACRAMENTO, California. – Los c asos de fiebre del valle continúan en aumento en el estado, lo que genera preocupación entre trabajadores agrícolas y especialistas en salud pública.
Según el Departamento de Salud Pública de California, 2024 cerró con más de 12,000 casos confirmados, la cifra más alta jamás registrada.
En los primeros meses de 2025, el repunte no se ha detenido: los contagios han aumentado un 20% en comparación con el mismo periodo del año anterior, lo que coloca a esta enfermedad como un serio desafío de salud en el estado.
¿Qué es la fiebre del valle?
La fiebre del valle, también conocida como coccidioidomicosis, se transmite al inhalar esporas de un hongo presente en la tierra, que se libera al aire cuando el suelo es removido por actividades como la agricultura, la construcción o incluso por fenómenos naturales como tormentas de polvo.
Los síntomas suelen confundirse con un resfriado o incluso con COVID-19: tos, fiebre, cansancio y dolores musculares que pueden prolongarse por semanas. En casos graves, la enfermedad puede propagarse a órganos como los huesos o el cerebro.
“El problema es que muchas veces pensamos que es sólo una gripe, pero podría ser fiebre del valle”, comentó un jornalero en el Valle Central, una de las regiones con mayor número de casos.
El doctor Héctor Arreaza, especialista en el tema, explicó que los más vulnerables son trabajadores agrícolas, obreros de construcción y cualquier persona expuesta al aire libre en áreas endémicas como el Valle de San Joaquín.
Un estudio de la Universidad de California encontró que los pacientes diagnosticados con fiebre del valle pierden en promedio 18.5 días laborales, lo que refleja también un fuerte impacto económico.
Prevención y tratamiento
Actualmente no existe vacuna contra esta enfermedad, aunque el Instituto de la Fiebre del Valle de Bakersfield investiga su desarrollo. El tratamiento se basa en medicamentos antifúngicos y varía según la gravedad del caso.
Arreaza recomendó usar mascarillas N95 y guantes durante labores en el campo o en la construcción, además de acudir al médico si los síntomas persisten por más de dos semanas.
“La prevención y la detección temprana son claves para reducir complicaciones y evitar que la enfermedad avance”, subrayó el especialista.
Te puede interesar: