La contaminación crece día con día, ni siquiera los mares se salvan de la basura que desechamos. Es por ello que surgen ingeniosas formas de reciclar con el fin de ayudar a nuestro planeta.
Ya sabíamos que Japón es un país muy moderno que siempre nos sorprende con sus avances tecnológicos. Incluso nos dan ganas de ir a estudiar a esa gran nación para aprender lo más que podamos. Y entre los inventos que deberíamos copiarle a los japoneses están las casas en forma de domo.
No se trata de una construcción nueva sino todo lo contrario: la primera casa giratoria del mundo fue construida entre 1949 y 1951 en la ciudad argentina de Córdoba por Abdón Sahade, un inmigrante sirio.
En Argentina se tiran cada día unas 12 millones de botellas de plástico, pero solo se recicla el 15%. Se estima que una botella enterrada en la tierra permanecerá allí unos 500 años antes de degradarse, por lo que no es muy complicado notar que esto es sumamente perjudicial para el medioambiente.
El cuidar el medioambiente ya no es una opción, sino más bien una obligación. No basta solo con reciclar, sino que tenemos que encontrar formas de reducir el gasto de recursos vitales y cambiarlos por renovables.
En Estados Unidos se estima que cada persona produce 733 kilos de basura al año, cifra que baja a 341 kilos per cápita en Argentina pero que de todos modos sigue siendo demasiado alta, por suerte hay formas de reducir nuestra producción de residuos.
En tiempos donde nuestros hogares están repletos de artefactos que utilizamos en el día a día, las cuentas de electricidad suben rápidamente ya que no consideramos el gasto energético de los implementos que tenemos en casa.
Hay sitios en el mundo en los que por más que nos encantaría vivir, el entorno o el clima no hacen viable que una casa corriente esté allí. Pero al parecer no todas las personas desisten tan fácilmente de vivir en el lugar de sus sueños.
La figura de Chico Mendes y su historia quedaron en la memoria, como suele suceder, esencialmente por su costado más trágico e impactante: su asesinato a manos de un fazendeiro a pocos metros de su casa, el 22 de diciembre de 1988, una semana después de su cumpleaños número 44 y pocos días antes de una navidad a la que él mismo predijo que no iba a llegar vivo.
En la ceremonia de los Premios Oscar 2016, en la que finalmente llegó la esperada distinción para Leonardo DiCaprio (por su trabajo en la película The Revenant, de Alejandro G. Iñárritu), el actor aprovechó ese momento en el escenario y la atención de millones de personas en todo el mundo para insistir con un mensaje con el que se ha comprometido desde hace mucho tiempo: el activismo ambiental.
Las casas flotantes tienen algo mágico, que inspira veladas inolvidables bajo las tonalidades púrpuras y rosadas de una puesta de sol sobre el agua. En el mundo podrás encontrar estas hermosas construcciones sobre los lagos, ríos y bahías que vale la pena conocer:
Cuidar el ambiente se ha convertido en una prioridad, una de las maneras en que puedes contribuir y poner tu granito de arena sustituir estos productos químicos que usas para limpieza de tu casa por ingredientes naturales con los que obtendrás los mismo resultados y además tendrás el plus de que estarás salvando al planeta y gastarás mucho menos dinero.
Como imaginarás, cuando hablo de una casa “verde” no me refiero al color con el que se han pintado sus paredes, sino a lo amigable que resulte para con el ambiente natural que la rodea.
La construcción sostenible requiere que todos los implicados (ingenieros, arquitectos, contratistas y usuarios) sean capaces de colaborar con el ambiente y solamente usen energías y materiales renovables, cuiden el agua, y faciliten un buen estilo de vida en interiores y en exteriores.