Plan de infraestructura de Biden se topa con el bloqueo unánime de los republicanos en el Senado
Como ya se anticipaba desde el fin de semana pasado, el plan de infraestructura del presidente Joe Biden se topó este miércoles con el bloqueo unánime de los senadores del Partido Republicano, quienes ni siquiera accedieron a debatir la iniciativa durante una votación clave.
El plan, que prevé una inversión de 1.2 billones de dólares en infraestructuras a lo largo de ocho años, enfrenta ahora un futuro incierto, aunque un grupo de legisladores demócratas y republicanos dijo que aún es "optimista" sobre la posibilidad de un acuerdo y cree que podría haber un nuevo voto "en los próximos días".
"Hemos hecho progresos significativos y estamos cerca de un acuerdo final", dijo el grupo bipartidista de senadores, 11 republicanos y 11 demócratas, en una declaración conjunta tras la votación. Los senadores se mostraron optimistas de poder cerrar un trato"en los próximos días".
Al menos 11 republicanos firmaron una carta dirigida a Schumer en la que se comprometen a votar afirmativamente el lunes, si se ultiman ciertos detalles sobre el paquete.
El senador republicano Todd Young, de Indiana, se encuentra entre los republicanos que firmaron la carta y dijo que era "cautelosamente optimista" de que pueden llegar a un acuerdo bipartidista.
El senador republicano Mitt Romney, otro de los firmantes, sugirió que la nueva votación podría ser el próximo lunes.
El resultado de este miércoles, sin embargo, supone un fracaso para los demócratas, que no superaron la barrera de 60 apoyos que necesitaban para que el proyecto fuera considerado en el hemiciclo.
La prisa de Schumer condujo a un No
Los 50 senadores republicanos votaron en contra de manera unánime, mientras que 49 demócratas lo hicieron a favor.
El líder de la mayoría demócrata, Chuck Schumer, tuvo que cambiar su voto de "sí" a "no" para cumplir con unas reglas del Senado y pedir que la iniciativa se vuelva a considerar en unos días.
Muchas de las miradas, de hecho, estaban en Schumer, quien había decidido forzar la votación para presionar a los republicanos a llegar a un acuerdo con los demócratas.
Su argumento era que el voto para comenzar a debatir el proyecto no significaba que se tuvieran que ultimar todos los detalles, y consideró que ya habría "muchas oportunidades" para cambiar el texto.
No obstante, como ya se venía señalando desde días pasados, la apuesta le salió mal y los republicanos unieron filas para rechazar la medida.
Los republicanos más moderados, incluido Rob Portman, quien ha estado liderando las negociaciones de su bando, criticaron a Schumer por forzar un voto de procedimiento en una legislación que todavía no está siquiera escrita.
"Hoy votamos que no porque no estamos preparados, pero decimos que sí queremos retomar este proyecto de ley tan pronto como lo estemos", dijo Portman, citado por la AP.
Biden: "Creo que lo vamos a conseguir"
En un town hall organizado por la CNN, el presidente Biden también habló de las ventajas del marco bipartidista, diciendo: "Es algo bueno y creo que lo vamos a conseguir".
En otro momento del encuentro, Biden fue preguntado por un electricista del sindicato si era posible reunir al Congreso para aprobar un proyecto de ley de infraestructuras que ayudara a la región a sustituir el obsoleto puente Brent Spence que cruza el río Ohio. "La respuesta es, absolutamente, positivamente, sí", dijo el presidente.
En su rueda de prensa diaria, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, afirmó que otras veces los legisladores habían comenzado a debatir proyectos legislativos sin conocer su texto completo, como ha ocurrido con una ley aprobada esta semana que condena los crímenes contra los estadounidenses de origen asiático.
El voto se produjo casi un mes después de que Biden anunciara fuera de la Casa Blanca a bombo y platillo que había llegado a un acuerdo con el grupo bipartidista de 22 senadores.
El paquete está valorado en 1.2 billones de dólares a lo largo de ocho años, una cifra inferior a la que propuso inicialmente Biden en marzo, de 2.3 billones, que la Casa Blanca tuvo que rebajar ante las críticas de los republicanos.
El objetivo del plan de Biden es modernizar lo que ha llamado "infraestructura física": carreteras, puentes, ferrocarriles, puertos y aeropuertos, entre otros.
Fuera del pacto quedó la llamada "infraestructura humana" necesaria, por ejemplo, para reabrir los centros de educación para niños que han cerrado durante la pandemia, así como para combatir la pobreza, el cambio climático y expandir Medicare, un programa de cobertura sanitaria para las personas mayores de 65 años.
Esos puntos han sido incluidos en un paquete de gasto social de 3.5 billones de dólares que los demócratas quieren aprobar en solitario a través de una fórmula legislativa conocida como reconciliación, que permite aprobar un proyecto de ley con mayoría simple de 50 votos, en vez de los 60 que hacen falta normalmente.