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Inflación

"Nunca lo había visto": ¿por qué los autos usados se aprecian tanto y los nuevos se venden sin haber llegado al 'dealer'?

La respuesta simple es que se debe a una "reacción en cadena" ocasionada por los diminutos chips que comandan las funciones electrónicas y automatizadas de los vehículos. Te lo explicamos.
24 Jul 2021 – 03:06 PM EDT
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¿Fuiste a comprar una auto nuevo y te dijeron que tendrías que esperar a que pueda llegar al concesionario? Y, si evaluaste entonces adquirir uno usado, ¿te topaste con precios casi un 50% por encima del año pasado? Un ambiente inusual ha afectado al mercado automotor este año y expertos del sector coinciden en un causante: los escasos microchips de computadora.

Ha sido una reacción en cadena, explica Rafael González desde el dealer Toyota of Katy en Texas. La falta de estos chips han reducido la fabricación de vehículos y la menor disponibilidad de ellos ha hecho que muchos opten por uno usado. Es decir, parte de la demanda por autos nuevos ha migrado hacia los de segunda mano y eso ha disparado sus precios. Hasta junio, el alza acumulaba un 45% en el último año. Y, por ahora, no anticipan una baja.

"Los vehículos nuevos ya los están pidiendo por encargo, no es que tenemos la disponibilidad de color, sino que es 'este es el vehículo que quieres, te damos el precio, lo firmas'... a veces no tenemos ni el stock number (número de inventario) del vehículo", cuenta González. Las personas firman el contrato de compra con las características que quieren en su auto y esperan a que arribe al concesionario.

"Por consiguiente, al tener poco inventario de vehículos nuevos, la gente está buscando vehículos usados", agrega.

Ha sido la escasez de microchips para computadoras la que ha puesto en aprietos a los productores de autos, algunos de los cuales han incluso eliminado algunas funciones en sus vehículos que requieren estos semiconductores para poder poner más vehículos en los concesionarios.

Con la pandemia y el frenazo que hubo en las ventas de autos, esos productores optaron por recortar su producción. Y, cuando las personas comenzaron a salir nuevamente y la demanda empezó a recuperarse ya había en ciernes un limitado inventario de los chips porque otras empresas, como los fabricantes de computadoras, los habían estado comprando.

Un chip de estos es crucial para los fabricantes de autos, pues son los 'comandantes' de las funciones electrónicas y automatizadas de un vehículo.

Cae la producción, caen los inventarios

Un informe de la Asociación Nacional de Automóviles (NADA por su sigla en inglés) precisó que, hasta el 28 de junio, no se habían podido fabricar 4.6 millones de vehículos en todo el mundo por esta escasez de chips. Se espera que otros 1.2 millones dejen de producirse en el corto plazo. En América del Norte, esa cifra es hasta el momento de 1.5 millones de vehículos sin producir.

Eso ha ocasionado la caída de los inventarios disponibles. En mayo del 2020 había unos 2.6 millones de vehículos en los inventarios, o los suficientes para casi dos meses, de acuerdo a un análisis de NADA. En mayo de este año había solo 1.5 millones de unidades, que pueden abastecer unos 25 días de demanda. Hacia fines de julio, el número caería más, a 1.3 millones de vehículos.

Y los expertos no vislumbran que la situación mejore este año.

"Los inventarios probablemente continúen estando ajustados hasta 2022, porque los fabricantes seguirán afrontando el impacto de la escasez de chips por lo que resta de este", dijo en el análisis Patrick Manzi, economista en jefe de NADA. "Hay muchos clientes de flotas (como las compañías de alquiler de vehículos) buscando inventarios y cuya demanda debe ser abastecida antes de que los fabricantes puedan volver a proveer a los concesionarios", explicó.

Ese escenario puede seguir alentando los precios de los autos usados, aunque no a un ritmo tan acelerado. Rafael González, del dealer en Texas, cuenta que, por ejemplo, un Toyota Corolla del 2018 y unas 30,000 millas les puede costar actualmente entre $17,000 y $17,500, por encima de los $14,000. Una camioneta Tundra, unos $37,000, cerca de $5,000 más que el año pasado.

"Los vehículos usados se están vendiendo mucho más costosos en las subastas y los estamos recibiendo con mayor precio dentro del dealer", aseguró. "Hoy en día, si quieren vender su vehículo van a ganar buen dinero por él (...) llevo en Estados Unidos siete años y cinco en este dealer y nunca había visto esta situación", afirmó.

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