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Actividad de pandillas

La MS-13 lo asesinó porque creía que era gay: la regla homofóbica que la Mara lleva al extremo

El caso de un pandillero que fue asesinado en Nueva York porque la banda creía era homosexual y un informante de la policía, es el más reciente relacionado con una norma poco conocida de la MS-13. La banda también agrega a miembros de la comunidad LGBTQ en sus territorios.
24 Jul 2021 – 01:49 PM EDT
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Las ofensas más graves para los miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13) y que se pagan con la vida son relacionarse con rivales y darle información a la policía. No es lo único. En su estricto código de disciplina existe otra “violación” casi secreta que conlleva una sentencia de muerte: ser homosexual.

La pandilla aplica el castigo ya sea en una hacinada prisión en El Salvador o en las calles de un lugar progresista como Nueva York. Así se reveló en un caso criminal en ese estado que acusó a varios ‘mareros’ por el asesinato de José Peña, un joven que ellos creían era gay y estaba cooperando con las autoridades.

Su muerte fue aprobada por líderes de la MS-13 de El Salvador. Jerlin Villalta, Carlos Argueta, Elmer Alexander López y otros pandilleros ejecutaron la orden. Temían que Peña estuviese filtrando información al gobierno tras su arresto en relación con el fallido ataque a un rival en Brentwood y que además fuese a dañar la reputación de la banda por sus preferencias sexuales, según documentos judiciales.

Se dividieron las tareas para preparar el crimen, tales como conseguir armas y un auto. El 3 de junio de 2016 llevaron a Peña con engaños a una zona boscosa en Brentwood, en los terrenos de un hospital psiquiátrico abandonado. Allí lo apuñalaron hasta quitarle la vida. Su cadáver fue encontrado cuatro meses después. La acusación alega que lo mataron para subir de nivel en la MS-13.

Villalta, de 24 años, fue condenado el 15 de julio a pasar en prisión más del tiempo que ha vivido, 25 años. Los fiscales lo acusaron de crimen organizado, distribución de marihuana y por el asesinato de Peña. López recibió una sentencia similar, 25 años tras las rejas; y Argueta sigue esperando su castigo. Este último tenía 16 años cuando ocurrió el crimen, pero fue juzgado como adulto. Una foto en la que este ‘marero’ apodado ‘Violento’ posa con un rifle y una pistola es parte de la evidencia en su proceso penal.


La fiscal neoyorquina Jacquelyn M. Kasulis declaró en un comunicado que la sentencia de Villalta lo obliga a rendir cuentas por un asesinato que se planeó “por violar las depravadas reglas de la MS-13” y agregó que “es apropiado” que este pase tres décadas tras las rejas.

Peña no era diferente. El 15 de enero de 2016, él, Argueta y otros dos integrantes de la Mara atacaron a tres jóvenes que ellos creían estaban en una pandilla rival. Argueta sacó una pistola calibre .45 que tenía en la cintura y le disparó en el torso a una de las víctimas. Peña fue arrestado más tarde y Argueta fue detenido en el interior de un restaurante McDonald’s en Brentwood, según la declaración de Sean McMullen, agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI).

“Si descubren que eres gay te matan”

La regla homofóbica de la Mara Salvatrucha fue explorada en el documental Imperdonable, que se grabó en una prisión de San Francisco Gotera, en el departamento de Morazán, en el noreste de El Salvador. En esa cárcel hay una celda de aislamiento donde viven unos cuantos pandilleros, tanto de la MS-13, como de Barrio 18, que son abiertamente gais. Los pusieron en ese lugar para que no los asesinen otros reos.

“Yo pienso que matar a una persona sí es malo, pero no es tan difícil. Pero amar a otro hombre es algo fuera de lo natural”, dice Giovani, el protagonista del documental, en un promocional en YouTube.

Este joven era parte de un grupo de 11 ‘mareros’ que formaban una especie de escuadrón de la muerte que se dedicaba a cazar enemigos. “‘Nos van a matar’, le decía. ‘No me importa, me voy a morir feliz porque estoy con la persona que quiero’”, recordó un diálogo con su pareja, otro miembro de la banda.


Un hombre lleno de tatuajes que se mecía en una hamaca, en otra sección de esa cárcel, les dijo a los documentalistas: “No puede haber homosexuales en la pandilla, solo hombres”.

“En la pandilla hay una regla muy clara. Si sospechan que eres gay o si descubren que lo eres, te matan. Esta es una de las primeras cosas que aprendes cuando trabajas con la pandilla. Sin embargo, (la pandilla) tiene la misma noción de masculinidad que existe en el resto de nuestra sociedad. Las pandillas han llevado al extremo una cosmovisión que no inventaron”, explicó Carlos Martínez, guionista de Imperdonable, en una entrevista con InSight Crime, un medio especializado en crimen organizado.

“Estas ideas sobre la masculinidad, la homofobia, el uso de la violencia, qué es un hombre, cuáles deben ser sus valores, no fueron inventadas por la MS-13, ni por Barrio 18. Simplemente las llevaron al extremo” agrega Martínez al mismo portal electrónico.

Marlén Viñayo, quien dirigió el documental, dijo a InSight Crime que coincidía con la idea de Martínez de que la “profunda” homofobia de la Mara solo es el reflejo de lo que ocurre en esa parte del mundo. “Si la pandilla descubría o sospechaba que eran homosexuales, los habrían matado. Para sobrevivir, se adaptaron a la idea de la pandilla de cómo debería ser un hombre”, dijo a dicha organización.

Los creadores de Imperdonable hablan con conocimiento de causa. Casi el 90% de los centroamericanos de la comunidad LGBTQ que en 2016 solicitaron asilo al gobierno de Estados Unidos dijeron que habían sufrido violencia sexual y de género en sus países de origen, según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Los entrevistados contaron que fueron el blanco de ataques de las Maras en sus comunidades de origen y que otros pandilleros les agredieron en su camino hacia el norte.

Otro análisis advertía que la región de Centro y Sudamérica, incluyendo El Caribe, es la más peligrosa para la comunidad transgénero en el mundo. De enero de 2008 a junio de 2016, en esa zona habían ocurrido 1,711 asesinatos de personas de ese grupo. Eso representó tanto como el 78.1% de 2,190 crímenes de ese tipo registrados en todo el planeta. En Norteamérica hubo 151 casos (6.9%) y en Asia 198 (9%).

El asesinato de ‘El Fénix’

En una cárcel de El Salvador hubo una reunión entre líderes de alto rango de la MS-13 para votar sobre si debían matar a un pandillero de quien sospechaban era gay. Los que pusieron el tema sobre la mesa dijeron que tenían pruebas de que alias ‘El Fénix’ estaba tratando de tener sexo con otros ‘mareros’. Para confirmarlo, permitieron que uno de ellos tuviera relaciones con este mientras otros los espiaban. Tras escuchar el testimonio, se ordenó el asesinato, informa VICE citando documentos judiciales.

“Si están seguros de que esto es cierto, entonces no hay problema de matarlo. Sólo avísanos y no lo maten con un cuchillo”, dijo un pandillero apodado ‘El Croock’, de acuerdo con el mismo medio.

Un testigo del asesinato que cooperó con las autoridades relató que fue ‘El Croock’ quien estranguló a ‘El Fénix’, mientras otros le sujetaban los brazos y piernas, y lo golpeaban. Más tarde lo asfixiaron con una bolsa de plástico y arrojaron su cadáver del segundo al primer piso del penal, para que los guardias creyeran la versión de que se había caído colgando su ropa recién lavada, detalla la nota de VICE.

La pandilla también ataca a los miembros de la comunidad LGBTQ que pasan por sus territorios. La Policía de Los Ángeles, en California, asegura que la MS-13 ha perpetrado una serie de agresiones violentas en contra de mujeres transgénero en el área del parque MacArthur, muy cerca del barrio donde la banda surgió en la década de 1980.

A finales de marzo, Gabriel Orellana, de 19 años, y otro sospechoso no identificado se acercaron a una de sus víctimas para preguntarle por qué estaba en el parque, le dijeron comentarios despectivos, le tiraron al suelo y golpearon varias veces en la cabeza y el torso. La mujer agredida fue transportada a un hospital local, donde le dieron puntos de sutura, según la Fiscalía de ese condado.

Otro ‘marero’, Donovan Fonseca, ha sido acusado de apuñalar a dos mujeres transgénero en agosto y octubre de 2020, y de atacar a una tercera en septiembre en el mismo parque. La policía ha documentado al menos cuatro agresiones de este tipo cometidas por la MS-13 en Westlake y en una ocasión los pandilleros gritaron: “¡No queremos gais en el parque!”.

Una de sus víctimas, Daniela Hernández, es voluntaria de la organización TransLatin@ Coalition. Ella habría sido apuñalada por Fonseca alrededor de las 9:00 pm del domingo 4 de octubre, en la esquina del bulevar Wilshire y la calle Park View. Al día siguiente, activistas marcharon en Westlake para pedir que cese la violencia contra las mujeres transgénero.

“Los ataques demasiado frecuentes y violentos contra las mujeres transgénero, especialmente las mujeres latinas y negras, deben terminar”, señala un comunicado que el Centro LGBT de Los Ángeles difundió para denunciar el ataque que sufrió Daniela Hernández.

“Por cada homicidio de mujeres transgénero, muchas otras enfrentan ataques violentos y discriminación todos los días en este país”, advirtió la organización.

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