¿Tu hijo es agresivo cuando se enoja? Especialistas explican como evitar esa conducta
Durante su desarrollo, los pequeños aprenden a gestionar sus emociones y a conocer cuál es el camino correcto para expresar sentimientos como enojo, frustración y descontento.
En algunos casos, este aprendizaje se ve ensombrecido por conductas agresivas, que pueden ir desde una rabieta hasta agresiones físicas. Esto se debe a que, a diferencia de los adultos, los niños no tienen control suficiente sobre sus emociones.
Por eso, es muy importante que le muestres a tu hijo cómo puede transmitir sus sentimientos de forma adecuada, para que de esta forma logre relacionarse pacíficamente con los demás.
Te mostramos cuáles son las posibles razones de este comportamiento y qué puedes hacer para evitar que tu pequeño reaccione con violencia cuando está enojado.
Posibles causas de esta conducta
De acuerdo con la psicóloga y psicoterapeuta de Sens Centro de Atención Psicológica, Patricia Pizzolante, esta conducta puede originarse en las siguiente situaciones:
Necesidades fisiológicas
La especialista argumenta que en muchas ocasiones, este comportamiento puede surgir como una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que causan incomodidad o molestia en el pequeño, tales como; exceso de cansancio o hambre.
Bajo estas circunstancias, el niño no logra regular adecuadamente sus emociones ni respuestas, por lo que es probable que decida expresar su incomodidad a través de golpes o rabietas.
Problemas emocionales
Cuando este comportamiento es recurrente y comienza a tener consecuencias en su desarrollo cognitivo y social, la experta sugiere asistir con un especialista en salud mental.
De esta forma, podrán analizar si hay alguna alteración a nivel psicológico que pueda estar ocasionando este comportamiento.
Frustración
En muchas ocasiones, los golpes vienen acompañados de berrinches; éstos surgen como una respuesta emocional ante situaciones en las que el pequeño no encuentra las palabras adecuadas para expresar sus sentimientos.
Al no saber transmitir lo que siente, buscará otras formas de hacerlo, sin importar si estás son adecuadas o no.
¿Cómo evitar este comportamiento?
Ante todo, es muy importante que el pequeño sea consciente de las consecuencias emocionales y físicas que su comportamiento puede generar en las demás personas.
En estos casos, la psicoterapueta sugiere que le expliques con paciencia y empatía, cómo estas actitudes pueden afectar la relación que tiene con sus amiguitos y con la gente que lo rodea.
Asimismo, la especialista explica que es muy importante que le muestres cómo puede gestionar sus emociones y cual es la forma adecuada de reaccionar.
Hazle saber que tiene derecho a enojarse y a sentir frustración, sin embargo, esto no quiere decir que pueda maltratar o golpear a los demás. Hay otras maneras en las que puede expresar su descontento.
Por eso, es fundamental que los pequeños sepan identificar y reconocer lo que sienten, así podrán nombrar sus sentimientos y sabrán cómo manejarlos correctamente y sin dañar a terceros.
Ahora, siempre que tu pequeño pueda modificar su conducta y mejorar, debes explicarle que no lo hace para satisfacerte a ti o a sus profesores, sino porque es necesario que aprenda a relacionarse con lo demás y que conozca la manera adecuada de expresar sus sentimientos.
Con estas recomendaciones, le otorgarás responsabilidad a sus actos y fortalecerás su inteligencia emocional, mientras refuerzas su seguridad y autoestima.
Recuerda que lo más importante es hacerle entender cuales son las consecuencias de sus actos y que le muestres cuál es el camino adecuado para expresar sus emociones.
Una vez que pongas a prueba estos consejos, notarás que el comportamiento de tu pequeño mejorará.
Inténtalo y no te desesperes, recuerda que la paciencia es la clave para que tu pequeño logre entender este aprendizaje
¿Conoces otro consejo que pueda ser efectivo? Compártelo en los comentarios.
mini:
Artículos recomendados: