Con el Día de Acción de Gracias y otras fiestas en la puerta, tenemos un nuevo reto: la crisis financiera y la inflación. Las conversaciones ya no giran alrededor de contagios, cubrebocas, pruebas de coronavirus, gel antibacterial y hasta muertes. Ahora, la preocupación está en cómo pagar las cuentas, los regalos, el pavo y las vacaciones.