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ABC, NBC, CBS y Univision nos recuerdan: la televisión no puede ser como el Twitter

Al cortar a Trump, ABC, NBC, CBS y Univision evitaron que más de 22 millones de personas - la suma de sus audiencias - recibieran una sobredosis de datos sin fundamento.
Opinión
Directora adjunta de la International Fact-Checking Network y fundadora de la Agência Lupa.
2020-11-12T12:33:57-05:00
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Las cadenas estadounidenses evitaron que más de 22 millones de personas - la suma de sus audiencias - recibieran una sobredosis de datos sin fundamento. Crédito: John Moore/Getty Images

ABC, NBC, CBS y Univision cuatro grandes cadenas de televisión de los Estados Unidos, mandaron un mensaje claro e importantísimo a todo el mundo el último día 5: las televisoras, señores, no son - ni pueden ser - como Twitter. Tienen editores atentos y periodistas dispuestos a enfrentar la desinformación. Y esto es algo que debemos celebrar.

Aquella noche, el presidente Donald Trump había convocado una rueda de prensa en la Casa Blanca para comentar los resultados de las elecciones estadounidenses. Después de decir que había sido reelegido con base en los "votos legales", afirmó que EEUU estaría contando "votos ilegales" de manera de dar la victoria al demócrata Joe Biden. Surgiría, por lo tanto, fraude electoral.

Hasta entonces (y hasta ahora), ningún medio de comunicación y ninguna instancia oficial del país tenía datos sobre la existencia de "votos ilegales". Muchos medios de comunicación ya explicaban que la idea de fraude en los votos - algo que crecía en las redes sociales - no pasaba de una peligrosa falsedad.

Así que, al escuchar las primeras "denuncias" de Trump, los presentadores de esas cadenas decidieron cortar la transmisión y compartir con sus audiencias la información de que no había hechos ni pruebas capaces de sostener el ataque deferido por el presidente de los EEUU contra el proceso electoral.

La medida ha sido obviamente polémica, pero apunta al camino correcto cuando se tiene en cuenta la lucha contra la desinformación masiva.

Al cortar a Trump, ABC, NBC, CBS y Univision evitaron que más de 22 millones de personas - la suma de sus audiencias - recibieran una sobredosis de datos sin fundamento. Al dejar solo la imagen del presidente en la pantalla, los canales de televisión protegieron los ojos y los oídos de sus seguidores. Trabajaron exactamente como se espera de un periodista cuando ve un dato equivocado. Lo denunciaron.

Algunos compañeros de profesión me preguntaron si esta decisión no se acercaría peligrosamente a la censura. Yo insisto que no.

Primero está el hecho de que los telespectadores recibieron la información de Trump. Escucharon su denuncia. Recordemos que los presentadores explicaron esa noche - con detalles - lo que decía el presidente. Pero subrayemos también que, enseguida, hicieron su trabajo. Ofrecieron a sus audiencias el dato público disponible y un análisis periodístico sobre lo que estaba pasando realmente: Trump hacía una denuncia sin fundamentos.

En tiempos de redes sociales, de live streaming y Zoom, me sentó bien recordar que el periodismo televisivo existe y puede ser fuerte. Me gustó saber que, de ahora en adelante, los que quieran esparcir desinformación - sea sobre el tema que sea - tendrán que saber que las televisoras posiblemente ya no estarán dispuestas a prestarles minutos ni espectadores.

No hay duda de que el paso dado por los canales estadounidenses marca el inicio de una nueva jornada para los periodistas de todo el mundo. Actuar como actuaron ABC, NBC, CBS y Univision el 5 de noviembre ya no será una novedad, sino una necesidad.

Es importante decir, sin embargo, que esas cadenas de televisión de EEUU deben pasar a adoptar este mismo criterio - de impedir el uso de sus espacios de forma desinformativa - con absolutamente todos los políticos y que esto debería entrar en sus manuales de ética y actuación.

Cómo fact-checker, recuerdo que la lucha contra la desinformación exige metodología y transparencia. Para impedir que el que se propone a verificar use dos pesos y dos medidas.

Quedaría muy poco profesional ver que, por el motivo que sea, en el futuro, esas cadenas den voz a desinformadores.

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