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Control de Inmigración y Aduanas (ICE)

En el "pozo": un centro de ICE aísla en confinamiento en solitario a los enfermos con covid-19, según organizaciones

Los migrantes detenidos en el centro de ICE en Pine Prairie en ocasiones también son enviados a una celda de confinamiento en solitario cuando sufren una crisis de salud mental, una práctica considerada como tortura, denunciaron abogados de las organizaciones Robert F. Kennedy Human Rights y Migration Services and Legal Advocacy (ISLA).
25 Jul 2021 – 08:34 AM EDT
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El confinamiento en solitario se ha convertido en el área de cuarentena para los enfermos de covid-19 y detenidos con problemas de salud mental en el centro del Servicio de Inmigración y Aduanas ICE en Pine Prairie, Louisiana. Allí, los migrantes también reciben alimentos vencidos o casi por expirar, denunciaron abogados de las organizaciones Robert F. Kennedy Human Rights y Migration Services and Legal Advocacy (ISLA).

Ese centro —ubicado a unas tres horas de la ciudad más cercana— es uno de los ocho que ICE abrió en Louisiana en los últimos tres años, en su mayoría durante el gobierno de Donald Trump y su dura política de 'tolerancia cero' con la migración. Por estar localizado a unas 100 millas del centro metropolitano más cercano, sus detenidos se refieren a él como "un lugar sin retorno", de acuerdo al reporte de esas organizaciones.

Es operado por la empresa GEO Group, la segunda compañía privada de prisiones más grande del país. Esta empresa maneja otro centro en ese estado —el de La Salle— donde la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por su sigla en inglés) encontró hace tres años, en el marco de una investigación más amplia, condiciones de insalubridad en el área de reclusión de los inmigrantes y pocas medidas sanitarias con la comida.

En Pine Prairie, los detenidos son víctimas del "uso indebido y sistemático del confinamiento en solitario punitivo", de acuerdo con el informe elaborado por las dos organizaciones tras entrevistas realizadas entre febrero y mayo de este año a inmigrantes que estuvieron o están detenidos en ese centro, con una capacidad para más de 1,000 personas.

Esa segregación ha sido aplicada, de acuerdo con los migrantes, a personas con covid-19, que han tenido crisis de salud mental o que han sufrido otras enfermedades infecciosas, como paperas, afirma el informe. "Esta práctica de aplicar el confinamiento en solitario punitivo es abusiva e ilegal, y en algunos casos puede constituir tortura", agrega.

De acuerdo con los datos más recientes de ICE evaluados por Univision Noticias, el grueso de los detenidos en Pine Prairie son personas de riesgo bajo o medio bajo "para la seguridad". Solo 20 presentan un riesgo alto. Consultadas por el reporte con las denuncias, fuentes del Departamento de Seguridad Nacional dijeron a Univision Noticias que no comentan sobre una investigación en curso.

15 días enfermo en el "pozo"

Los migrantes que hablaron con esas organizaciones dijeron que era difícil mantener el distanciamiento físico, mientras que el director legal de la organización ISLA dijo a Univision Noticias que si uno de los detenidos mostraba síntomas de covid-19 solo le realizaban una prueba a él, no al resto de sus compañeros de celda. Eso, explica, propagó por momentos la enfermedad dentro del centro de Pine Prairie, donde la mayoría de los detenidos son migrantes que solicitaron asilo o fueron detenidos para ser deportados.

Cifras de ICE ubican en 120 la cantidad total de casos de covid-19 registrados en Pine Prairie, por debajo del promedio de 203 que arrojan los casos acumulados desde febrero de 2020 en los 14 centros de los que lleva registros en Louisiana. Un informe de la Oficina de Rendición de Cuentas del gobierno (GAO por su sigla en inglés) precisó que ese estado fue el que más casos de covid-19 registró en 2020 en centros de detención de migrantes.

La solución para tratar a los enfermos en ese centro de ICE fue enviarlos al "pozo", como se le conoce al área destinada a las celdas de confinamiento en solitario, dijeron las organizaciones. Y, por eso, algunos migrantes preferían ocultar sus síntomas cuando sentían dolor de cabeza o fiebre, entre otros.

"A la gente le aterra informar de sus síntomas de covid-19, sobre todo a los que no hablan bien el inglés, porque saben que acabarán en el pozo", dijo uno de los migrantes entrevistados para el informe.


Otro de ellos contó que junto con otros siete detenidos permanecieron encerrados en el "pozo" por 15 días luego de que un compañero de cocina dio positivo al virus. Denunció que estuvieron allí sin mascarillas ni desinfectante para las manos; y que debían compartir un solo inodoro y comer en la celda. Uno de los que estuvo en ese confinamiento de 15 días optó por no decir nada cuando se enfermó por segunda vez. "Al final, tenía tanto dolor y le costaba tanto respirar que solicitó una prueba. Al dar positivo, se le recluyó en confinamiento en solitario durante otros 15 días, donde se le aisló de la atención médica", dice el reporte.


Esa práctica, dijo Homero López, director legal de la organización ISLA, va en contra de las normas de ICE.

"Bajo las reglas de ICE, eso solamente se debe usar cuando alguien es un peligro para la población o como situación de castigo cuando la persona está creando un problema para la operación del centro", explicó. Pero es algo que se replica en otros centros, aseguró. "Como las pruebas cuestan, solamente le hacían la prueba a la persona que fue infectada y lo sacaban de la celda (donde había entre 6 a 8 personas sin distanciamiento físico) (...) En vez de aislarlos a todos y hacerles la prueba a todos, solo la hacían a la persona infectada, la mandaban al 'pozo', y a las otras 6 o 7 personas las dejaban ahí, seguían yendo a la cafetería, al baño, interactuando con otras personas", abundó.

El "pozo" es un segmento separado del centro, con un pasillo con celdas a los lados. Cada celda está completamente cerrada y tiene una pequeña abertura por donde pasan la comida.


Por eso, las organizaciones denunciaron que es contraproducente usar esas celdas para aislar a los detenidos que sufren alguna crisis mental, como según las organizaciones ha ocurrido en Pine Prairie. Uno de los migrantes contó haber estado 27 días en confinamiento en solitario, lo que detonó un cuadro de estrés, ansiedad y depresión. Ha conversado con el psicólogo del centro, pero afirma que no le han ofrecido medicamentos ni un tratamiento específico. "Lo único que me ofrecen es ‘tiempo para hablar,’ pero hablar no me ayuda con la ansiedad y depresión", dijo según consta en el informe.

También en Pine Prairie, los migrantes detenidos cuentan que en ocasiones reciben comida que sabe y huele mal o tiene insectos. "La mayoría de ellos lo que hace es usar el poco dinero que gana trabajando en el centro y lo que la familia les mande para comprar comida (allí), porque no quieren o pueden comer la comida que les da el centro", dijo López.

Las dos organizaciones piden a la Oficina de Derechos Civiles y Libertades Civiles de DHS que investigue las quejas en su informe y, al gobierno, que ponga fin al contrato de GEO Group en la instalación de ICE en Pine Prairie. López, de ISLA, agregó que el presidente Joe Biden debe incluir a los centros de detención de migrantes en su prohibición a los contratos con prisiones privadas.

Desde que asumió, Biden prometió revertir la política de tolerancia cero de Trump, respetar el debido proceso migratorio y tratar a los inmigrantes de manera humana y justa. Además, ha pedido al Congreso aprobar una reforma migratoria que saque de las sombras a los 11 millones de indocumentados y les conceda una vía a la ciudadanía.

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