Se ha demostrado que gracias al apoyo de los perros los pacientes han aumentado el bienestar emocional, les provoca felicidad, calma, relajación, curación, adaptación al entorno hospitalario y confianza en ellos mismos. Además de disminuir la ansiedad, percepción del dolor, miedo y aislamiento, asegura el hospital. Crédito: Hospital de Niños de Texas