Johan Fajardo, quien llevaba 15 días en una institución médica de la ciudad Guanare en el estado Portuguesa, es el segundo miembro de una familia en pobreza extrema que muere por esta causa y uno de sus hermanos permanece hospitalizado. La organización Cáritas estima que 300,000 infantes están en riesgo de perder la vida en el país suramericano por la falta de alimentos.