El pasado martes 4 de agosto,
una impresionante doble explosión cambió la vida a más de 250,000 habitantes de Beirut. Se estima que 6,200 edificios resultaron dañados considerablemente. Algunos de esos damnificados han vuelto a sus hogares para intentar rescatar recuerdos, utensilios o artículos para tratar de empezar de nuevo.