En el parto natural, el bebé nace por el canal vaginal después de que la madre entra en trabajo de parto y se dilata lo suficiente para asegurar su paso. Entre sus beneficios se encuentra una menor probabilidad de infección, hemorragia y lesión de órganos (vejiga, uretra, arterias e intestino), ya que no se realiza un procedimiento quirúrgico. La recuperación posparto es rápida, menos dolorosa, y el útero vuelve más rápido a su tamaño normal. Por eso, muchas mujeres logran realizar todas las tareas y actividades cotidianas como siempre en poco tiempo.