Cuántas veces no hemos sucumbido a la tentación de comernos algo deliciosamente alto en calorías mientras regresábamos del trabajo, salíamos de compras o, simplemente, dábamos un paseo. La comida rápida o fast food está a la orden del día, y aunque sabemos que dejarnos seducir por ella continuamente no es saludable, hace pecar a cualquiera.