Ejercicios de Reiki
Los ejercicios de Reiki han venido realizándose por mucho tiempo para tratar de encontrar una paz interior que beneficie al espíritu y que dé equilibrio a nuestras vidas. Existen varios ejercicios de Reiki, y hoy proponemos algunos para trabajar con los pulmones.
Una persona común y corriente puede aprender reiki simplemente practicando técnicas sencillas, para lo cual lo único que se necesita es dedicar un poco de tiempo. Esto nos permitirá conocer nuestro propio cuerpo humano, punto clave para que la eficiencia de cada una de estas técnicas logre conseguir el objetivo deseado.
Muchas de estas técnicas involucran ejercicios de respiración con los pulmones. Estos órganos del cuerpo humano tienen un gran potencial, y podemos hacerles un llamado para nuestro beneficio integral.
Un ejercicio de Reiki muy fácil de realizar consiste en cerrar completamente la boca teniendo los dientes cerrados y colocando la lengua por detrás de estos, haciendo que se encuentren en contacto continuo mientras el ejercicio se realiza.
Hacemos una respiración muy lenta y prolongada, haciendo que parezca la expresión de nuestros labios tal cual una sonrisa falsa. En este ejercicio de respiración usamos a nuestros pulmones para que nos ayuden a emular el sonido de una olla express el momento de exhalar el aire por nuestra nariz, y que dicho sonido se haga más evidente en la parte de nuestras cuerdas vocales.
En todo instante en que exhalamos el aire desde nuestro interior, estaremos expulsando tanto tristeza como depresión; si en un momento determinado llegan a nosotros recuerdos desagradables que puedan alterar nuestra paz interior, lo ideal es "no rechazarlos" apartándolos de nuestra mente, ya que sólo con el sonido que estamos emitiendo con este ejercicio de Reiki estamos limpiando ese tipo de malos recuerdos.
En cada intervalo de respiración que realicemos ayudados con nuestros pulmones con este ejercicio de Reiki, estaremos incluso llenándonos de una luz blanca que nos sonríe al ver en nosotros que se ha recuperado las ganas de vivir y la alegría de ese sentir.