Super Campeones: ¡la leyenda de Oliver comienza! Su primer desafío es Benji Price
Bajo el título de Captain Tsubasa, este 2 de abril se estrenó el remake de Super Campeones que, en un principio, nos hará revivir una de las historias deportivas más nostálgicas y representativas de la década de los 90, pero que en un futuro continuará la leyenda hasta llevar a los jóvenes prodigios al mundial de Rusia (aparentemente).
Sin embargo, esta reseña se enfocará en el primer episodio; comparando esta adaptación con la clásica y analizando los diferentes aspectos que, de cierta manera, podrían convertir a la serie en un hábito semanal (o no).
Tsubasa Ozora, traducido como Oliver Atom, en hispanoamérica, ha sido un apasionado por el fútbol desde muy pequeño, incluso desde antes de tener consciencia de la existencia de dicho deporte. Fue así, en un acto de predestinación, que, en un momento de distracción, sus padres lo pierden de vista, dejándolo expuesto al peligro de las calles céntricas. Oliver, que se despista con su balón, se ve involucrado en un accidente de tránsito, salvándose de milagro (como no podía ser de otra forma) gracias a su balón
De esta manera, se da comienzo a la leyenda de Oliver, y, a la vez, a los cientos de teorías que circularon la red durante años: el coma de Oliver, por ejemplo.
No obstante, la introducción precedía un momento clave en la vida de Oliver: su enfrentamiento con Benji Price (Genzo Wakabayashi).
Oliver, un poco más crecido, pero igual de apasionado, recorre la ciudad con simpatía mientras domina su balón. Accidentamente, termina en la puerta del instituto que representaba a Nankatsu FC («New team» o «Niupi»), en donde presencia la majestuosidad de Benji Price, quien logra contener los tiros a puerta de casi todos los deportistas que lo desafían. En consecuencia, Oliver decide desafiarlo desde lo alto de un monte, golpeando su pelota con precisión y fuerza fuera de lo común.
Benji pierde la cabeza; asimismo Roberto Zedinho, un extranjero de dudosa naturaleza, queda inmerso en la intriga. Ambos prodigios se conocen y en ese momento ocurre un enfrentamiento tan irreal como espectacular, en el que se pasan el balón desde el extremo de la acera con la potencia y habilidad suficiente como para ignorar un autobús en movimiento.
Así finaliza un episodio que recorre de forma literal el comienzo del manga y posterior adaptación clásica; pero que en nosotros deja una sensación emocional, inquieta, esperanzadora, pero algo vacía.
Esta nueva adaptación mantiene y maximiza el estilo del manga, con escenas de animación simple, pero gran movimiento, mediante el uso de fondos estáticos e imágenes principales duras, que se enfocan en el balón y su dinámica.
La personalidad de Oliver, fiel al estereotipo de personaje apasionado y abstraído (como Gokú en las artes marciales, por ejemplo), presenta de antemano la gran particularidad que diferenciará esta leyenda del resto: el personaje principal posee el talento, tenacidad y pasión necesarios como para romper incluso las leyes de la física.
El absurdo y la aproximación cuasi infantil son máximas que identifican este anime, y, por lo tanto, no molestan, sino más bien alivian nuestro espíritu nostálgico.
Posiblemente, hasta que este nuevo Super Campeones no comience a dibujar su propio destino, nos sentiremos forzados a mirar otra vez la historia que ya conocemos, sin embargo, es algo que haremos con muchísimo placer.
Calificación: 8.7/10
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