Esta ordenanza fue aprobada el pasado miércoles y establece multas de $500 para las personas que pidan limosna, pero también a quienes entreguen dinero a la comunidad indigente. El concejal Adam Bazaldua fue el único que se opuso, afirmando que esto "provoca más pobreza y criminaliza la indigencia". Al parecer, la medida se impuso tras quejas de conductores, quienes afirmaban que en los semáforos les pedían limosna constantemente.