Al nombrarlo como su nuevo líder, Estado Islámico no dio muchos detalles ni publicó su foto, pero dejó claro que se trataba de una "figura prominente en la yihad". Luego se supo que había sido colaborador del ejército estadounidense mientras estuvo prisionero y tras unirse a Estado Islámico se mantuvo a la sombra durante años, con posiciones más extremistas incluso que las de su predecesor.