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Amor

Por qué cuando estamos enamorados sentimos mariposas en el estómago

Publicado 5 Mar 2018 – 02:34 PM EST | Actualizado 22 Mar 2018 – 02:15 PM EDT
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Una de las formas más conocidas para saber si estamos enamorados o no son las famosas « mariposas en el estómago». Es esa sensación tan extraña como maravillosa que nos sucede cuando vemos a la persona de nuestros pensamientos. ¿Pero alguna vez te has preguntado por qué las sentimos? A continuación te daremos la respuesta, ¡sigue leyendo!

¿Por qué sentimos mariposas en el estómago?

Si bien lo tomamos como una metáfora, el hecho es que está explicado científicamente como un lazo profundo entre el cuerpo y la mente. No solo se trata de que el estómago nos mande señales extrañas, otras partes de nuestro cuerpo también sufren de cambios: las palmas de nuestras manos se ponen sudorosas, nuestro corazón se acelera e inclusive puede llegar a faltarte el apetito. Lo extraño de todo esto es que los científicos ven las mariposas en el estómago como símbolo de deseo sexual, y no de enamoramiento.

Al respecto, la doctora  Nicole Prause, psicofisióloga, asegura: «Creo que la gente quiere escuchar que es algo más mental, pero los tipos de cambios corporales en un enamoramiento en una etapa temprana se parecen mucho a los que provoca la excitación sexual». Por lo tanto, el principal desafío que tienen los científicos es lograr distinguir cuándo se trata de excitación sexual o de las famosas mariposas.

Enamorarse activa los centros de placer que se alojan en los ganglios basales. Estos, a su vez, provocan una respuesta fisiológica inmediata de nuestro cuerpo. Es por eso mismo que el corazón nos late con más fuerza, nuestras manos están ridículamente traspiradas y lo único que nos importa es estar allí en ese momento provocando que nuestro estómago parezca una fábrica de mariposas eterna.

Aunque no lo creas, todo esto se debe al estrés que provoca ver al ser amado. Pero no nos referimos al estrés malo, sino al bueno, al que te motiva a mejorar y a hacer las cosas como se debe.   Fisiológicamente hablando, el cerebro emocional se dedica a activar el nervio vago, que es el que va desde el cerebro hacia el intestino. Al excitarse por ver a la otra persona, ese nervio se estimula y se activan los músculos del intestino, dando la sensación de tener mariposas en el estómago que, dicho sea de paso, ¡se siente muy bien!

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