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Día de Muertos

La tumba del niño Carlitos y sus 'milagritos': ¿por qué es una de las más visitadas en Sonora?

Una tumba se llena de visitantes todo el año, pero particularmente en el marco del Día de Muertos: se trata del sitio donde descansa el niño Carlitos, en el panteón Yáñez en Hermosillo, Sonora. ¿En verdad Carlos Angulo, quien murió cuando tenía 11 años, concede milagros?
Publicado 30 Oct 2024 – 05:17 PM EDT | Actualizado 2 Nov 2024 – 01:18 PM EDT
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SONORA, México – El Día de Muertos es para los mexicanos una celebración distinta, rodeada de misticismo y tradición. Y en estas celebraciones una tumba en Sonora se llena de visitantes: es la del niño Carlitos Angulo, quien falleció el 1 de enero de 1940, cuando tenía apenas 11 años, y a quien la población le atribuye milagros.

El 1 de noviembre, los mexicanos celebran el Día de Todos Los Santos, o “de los muertos chiquitos”. Los altares son dedicados a quienes perdieron la vida a temprana edad, y las tumbas de los menores en los panteones se llenan con globos y juguetes.

En el panteón San Agustín en Hermosillo, que la gente llama panteón Yáñez porque la entrada principal del mismo se encuentra en la calle con ese nombre, se encuentra la tumba de Carlitos.

Ahí descansa tras su muerte, ocurrida el 1 de enero de 1940, 11 años después de su nacimiento en la capital de Sonora el 3 de octubre de 1929.

Carlitos murió a los 11 años y los pobladores le atribuyen milagros

A Carlitos, que yace en ese sitio desde hace 84 años, los pobladores le atribuyen favores o milagros cumplidos, tras ser solicitados al pie de su tumba, de forma oral y hasta escrita. Y a cambio, quienes han sido beneficiados llenan de regalos el lugar donde el menor descansa.

“Por Carlitos ruegue usted, el espíritu de este niño le ayudará”, dice con letras doradas la lápida del menor. En el sitio hay también fotografías del menor en blanco y negro, flores artificiales y los regalos que la gente le lleva.

Además de eso, la tumba es identificable por tener encima una escultura con la forma de un ataúd. El dolor de su muerte no permitió a su madre asistir al último adiós, revela a Univision Arizona el cronista municipal de Hermosillo, Ignacio Lagarda. Por ello, su esposo " decidió hacer una réplica del ataúd y lo colocó sobre la tumba, para que la madre pudiera ir a verlo".

Y a pesar de los indicativos que tiene este sitio –junto a un pequeño techo de lámina--, algunos visitantes aseguran que “se esconde”, así que muchas veces piden ayuda a los trabajadores del camposanto para llegar hasta él.

Trabajadores del panteón afirman que miles de personas van cada año a la tumba de Carlitos, ya sea a pedir algún favor o incluso solo por curiosidad.

Así comenzó la leyenda de 'los milagros de Carlitos'

Y como no hay registro de los visitantes, tampoco lo hay de cuántos milagros o favores que se atribuyen hasta ahora al menor.

De lo que sí se habla, recuerda El Sol de Hermosillo, es del comienzo de la ayuda de Carlos Angulo Flores.

El medio afirma que la hermana menor de Carlitos relató que un compañero de escuela del pequeño enfermó, y su mamá acudió a la tumba a pedirle al menor que ayudara a su amigo.

Con la recuperación de este niño, la leyenda comenzó.

La gente que acude ha pedido de todo, pero particularmente favores por la salud de los niños, y ha retribuido dejando en ese sitio flores, monedas, globos, carritos, ositos de peluche, pelotas, ropa, dulces, veladoras, comida, piñatas y más.

De la muerte de Carlitos, los lugareños cuentan que ocurrió cuando el menor andaba en patines cerca del mercado municipal del centro de Hermosillo, donde sus papás trabajaban.

Algunos dicen que el pequeño sufrió una caída mortal; para otros, fue atropellado cerca del sitio; Ignacio Lagarda, cronista de la ciudad, también menciona ambas versiones.

Quienes trabajan en ese mercado afirman que el padre del menor se llamaba Isidoro Angulo, y que era dueño de varios negocios en la zona.

" De los miles de milagros que 'Carlitos' ha hecho, se cuenta el de una niña de 5 años con una enfermedad incurable y sin poder caminar, (a quien) le concedió el volverlo a hacer. A una mujer le otorgó el favor de que su esposo recuperar su libertad después de estar preso por muchos años", reseña el maestro Lagarde.

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