Cerca de 40 mariachis de la Plaza Garibaldi han muerto por coronavirus, pero a pesar de los riesgos, muchos siguen llegando al icónico lugar en busca de trabajo. "Si no salgo a laborar, no hay dinero", dijo José Manuel Rodríguez, quien toca el violín en ese lugar desde hace 44 años. La Unesco nombró a los mariachis patrimonio cultural intangible de la humanidad, pero ahora tienen que reinventarse dando conciertos virtuales a través de una plataforma llamada 'Salvemos al mariachi'.
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