"Ya sabemos que los muros no sirven. La frontera entre México y Estados Unidos es porosa, fácil de violar, y así ha sido desde su creación tras la guerra en 1848. Eso no ha cambiado ni va a cambiar. Lo normal, lo natural, es que las personas más pobres y vulnerables del continente, y que viven en el sur, se vayan al lugar más seguro y próspero en el norte, que es Estados Unidos". (
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