Antes de que el show se convirtiera en un rotundo éxito, Don Francisco y Lili Estefan vivieron una experiencia que no auguraba futuro para Sábado Gigante. En El Break de las 7 los dos explicaron que la grabación del programa piloto fue un caos, y que nunca se llegó a transmitir por los problemas que presentó. Mario Kreutzberger se encontraba decepcionado y listo para despedirse del proyecto, pero un inesperado respaldo permitió que continuara.