Así es la triple valla de Yuma que Trump pone como "modelo" para su muro con México

SAN LUIS, Arizona. La escena al caer la tarde junto a la triple valla fronteriza en la ciudad de San Luis dista del caos y el peligro que imperaban en estas calles hace solo una década.
Miles de jornaleros y escolares con permisos o pasaportes estadounidenses en mano regresan a México por la calle principal, que desemboca en una zona de cruce binacional para peatones y vehículos. Del territorio mexicano llegan los sonidos de la bulliciosa ciudad de San Luis Río Colorado, en el estado de Sonora. "Tortillas 100% de maíz, sabrosas y nutritivas, igualitas a las de tu tierra", se escucha por la megafonía de un coche ambulante.
A ambos lados de la puerta se levanta la zona más fortificada de las casi 2,000 millas de frontera entre México y Estados Unidos: nueve millas protegidas por tres vallas, de 18, 16 y 6 pies cada una. Otras 115 millas tienen distintos tipos de barreras adaptadas a la orografía del desierto.
Torres con cámaras de vigilancia, sistemas de luces, sensores, drones, helicópteros y casi un millar de agentes completan el despliegue de seguridad de lo que se conoce como el sector de Yuma, el ejemplo que el candidato republicano Donald Trump pone para su plan de un muro con México impenetrable para los indocumentados.
En su libro Crippled America (Estados Unidos Lisiado), que publicó en noviembre del año pasado para promocionar sus planes de campaña, Trump llama a Yuma un "modelo" para su muro y resalta el pronunciado descenso del cruce de indocumentados a través de esta zona de la frontera a partir de 2006 cuando fue aprobado un plan federal de refuerzo.
Antes de esa fecha solo había una valla fácilmente atravesable de 8 pies de altura en torno al casco urbano de las dos San Luis. Los indocumentados saltaban por decenas y los agentes se veían claramente superados en número. Entonces el total de agentes de la Patrulla Fronteriza fronteras asignado al sector de 126 millas de Yuma era de 547, muy inferior a los actuales 804 uniformados. En 2005 la Patrulla Fronteriza arrestó a 138,438 indocumentados en el sector; el año pasado las detenciones habían caído a tan solo 7,142.
"El sector de Yuma vio una increíble caída en el número de personas tratando de llegar al país ilegalmente; y el mío será mucho mejor”, asegura Trump en su libro.
Durante una visita a la zona de la triple valla, el agente de la Patrulla Fronteriza Fidel Cabrera resalta en conversación con Univision Noticias que la tecnología ha ayudado para evitar el cruce de indocumentados pero añade que no hay que olvidar que ese descenso hubiera sido imposible sin un considerable aumento de agentes.
"Las cámaras y las vallas no hacen los arrestos. Necesitamos a los agentes para seguir vigilando porque lo que pasó en esos años obviamente no queremos que vuelva", asegura.
En efecto, la valla no es lo único que determina el nivel de protección de cada sector de la frontera, pero en lo que respecta a la barrera física, ningún otro punto está más protegido que Yuma. Solo seis millas más de frontera cuentan con triple protección, según la Patrulla Fronteriza. Otro de los sectores más protegidos, el de San Diego, California, dispone de dos vallas (de 8 y 14 pies de media) pero más recursos humanos (unos 2,400 agentes).
Desde que se levantó la triple cerca en San Luis, Arizona, es tan difícil cruzar la frontera por el casco urbano que ahora los residentes se sorprenden cuando ven a un indocumentado corriendo por la calle.
Gabi Félix, una empleada de 22 años de uno de los comercios de Main Street a unas 250 yardas de la puerta que separa los dos países, dice que hace un mes atendió a un "mojadito" que entró descalzo y apurado a comprar unas "pantuflitas por $4".
Sin embargo hace una década, cuando era una cría, los veía a menudo caminando en grupos por las calles de este municipio de 30,000 habitantes.
Trump no ha ido nunca al sector de Yuma (su única visita a la frontera fue en julio del año pasado a Laredo, Texas) pero probablemente puso a esta zona de la frontera como ejemplo porque es frecuentemente citada por quienes creen que las mayores barreras físicas en la frontera funcionan.
Su portavoz de campaña, Hope Hicks, no respondió a un correo electrónico de Univision Noticias inquiriendo sobre si el candidato había vuelto a hablar sobre Yuma o sobre si su visión había sufrido algún cambio.
Como sucede con la mayoría de sus planes, Trump ha esbozado con trazos gruesos su idea del muro, la propuesta más identificable con su candidatura. En campaña ha repetido hasta la saciedad que construirá un muro "real", que México pagará por él y que tendrá una "bonita puerta ancha" por la que entrarán legalmente los extranjeros.
En su página web no da ningún detalle sobre qué tipo de muro pretende construir, solo dice que será un "muro físico e impenetrable", una descripción en la que podría encajar desde una muralla medieval con almenas y baluartes hasta la triple valla reforzada con tecnología de Yuma. En campaña Trump ha dicho que el muro sería de concreto y su altura ha variado: en agosto del año pasado era de 30 pies y en febrero de este año creció hasta los 55 pies.
Sus críticos ven el muro en esencia como un símbolo para los anhelos de muchos estadounidenses por impedir los cambios étnicos. En la práctica, existen numerosos reproches contra la idea de construir una muralla física a lo largo de toda la frontera.
Le reprochan que el muro sería costoso (dudan que haya una manera de hacer a México pagar por él), ineficaz (el 40% de indocumentados entran de modo legal y permanecen una vez expiradas sus visas) e inviable por la topografía (la mayor parte de la frontera es el Río Bravo), entre otros motivos.
Las dudas también se extienden al éxito de Yuma. Dicen que en realidad la caída de indocumentados se ha producido a lo largo de toda la frontera, no solo en ese sector. La causa habría sido la recesión y la relativamente débil recuperación económica que ha desincentivado a muchos, y no los mayores controles de seguridad.
Además, señalan que cada vez que las fuerzas del orden intentan atajar un tráfico ilegal en un punto específico como Yuma, surge una nueva ruta en otro lugar menos protegido. Por ejemplo en McAllen, Texas, los arrestos de indocumentados han crecido con respecto a 2005 (de 134,186 a 147,257) convirtiéndose en el punto más caliente de la frontera en 2015.
Mafias poderosas
Otro aspecto que suelen ocultar quienes ponen a Yuma como ejemplo de que los muros funcionan es que las incautaciones de drogas han crecido durante esos mismos diez años en que han disminuido los arrestos de indocumentados. En el caso de la metadona, los decomisos han ascendido desde las 6 libras de 2005 a las 631 libras del año pasado y las de marihuana han pasado de 36,000 a 53,000 libras en ese mismo período.
Al menos tres túneles han sido detectados en el mismo centro urbano de San Luis después de la construcción de la triple valla, indica el agente Cabrera de la Patrulla Fronteriza.
Un joven de 25 años residente en San Luis, Abraham Guzmán, se ríe cuando Univision Noticias le pregunta sobre el éxito de la triple valla, saca su celular y muestra una imagen de un jeep que se quedó encallado en 2012 en lo alto de la valla de 14 pies a la altura de las Dunas Imperiales, una zona cercana entre Arizona y California. Dos sospechosos narcotraficantes que se dieron a la fuga habían tratado de hacer pasar el vehículo por medio de unas rampas.
"Es un gasto de dinero inútil. Siempre encontrarán una manera de cruzar", agrega.
El agente Cabrera, que no tiene permitido pronunciarse sobre el muro de Trump, también da a entender que a veces se ven impotentes ante el poder de las mafias.
"No tienen más límite que su imaginación y un incentivo muy grande en el dinero que ganan", dice en referencia a los túneles y otros métodos para traspasar sus mercancías ilícitas como los ultraligeros.
Seguidores realistas
Por todo el país los simpatizantes de Trump gritan convencidos en sus eventos de campaña "construyan el muro" y algunos hablan de él como si fuera la panacea. Los defensores del candidato en el condado de Yuma sin embargo parecen más realistas. Ken Darby, un marine retirado que creó el grupo de Facebook de apoyo al candidato republicano en el condado de Yuma, dice que el muro no será por completo infranqueable, pero cree que tendrá un poder disuasorio. "¿Quién no tiene candados en su casa?", agrega.
Ni siquiera los miembros de la Patrulla Fronteriza que apoyan a Trump creen que haga falta un muro a lo largo de toda la frontera.
Shawn Moran, portavoz del Consejo de la Patrulla Fronteriza, el sindicato que ha apoyado al republicano, le dijo a Univision Noticias que los miembros defienden el muro solo en los lugares necesarios y que su grupo planea asesorar a Trump al respecto en caso de llegar a la presidencia.
"Creemos que una barrera física en ciertos lugares es una de las cosas necesarias", dice y agrega que hacen falta también recursos humanos y leyes más duras contra quienes infringen las leyes de inmigración. Su grupo ha pedido que se reinstaure Operation Streamline, un programa federal de tolerancia cero que criminaliza a los indocumentados y que estaba siendo implementado desde 2005 en varios sectores de la frontera, entre ellos Yuma. Ahora, solo los reincidentes son procesados.
Mientras, los más afectados por el muro no lo quieren. Encuestas recientes han puesto de relieve que la gente que vive en las ciudades fronterizas se ven a sí mismas como parte de una misma comunidad con sus ciudades hermanas del lado mexicano.
Un 72% de estadounidenses y un 86% de mexicanos en 14 ciudades fronterizas de ambos países se oponen a la construcción del muro, según un sondeo publicado en julio por Cronkite News, Univision News y The Dallas Morning News.
En San Luis, Arizona, la comerciante Leticia Bella, dice que sueña "con un mundo libre de barreras".
Desde la puerta de su tienda de ropa ve la triple valla y dice que le gustaría no tenerla enfrente. "Me gusta mucho la canción Imagine de John Lennon, habla de un mundo donde no haya violencia ni fronteras".
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