null: nullpx
Mundo

Conoce los curiosos enigmas revelados por el estudio de unos corazones de más de 400 años de antigüedad

Publicado 13 Ene 2016 – 11:00 AM EST | Actualizado 14 Mar 2018 – 09:48 AM EDT
Comparte

Te presentamos algunos cuentos sobre el corazón para animar la exposición de una reciente investigación científica que indagó sobre la salud cardiovascular hace 400 años.

Leyendas del corazón

Más allá de su función como músculo cardíaco vital, el corazón está lleno de leyendas. Los antiguos egipcios creían que era la esencia del ser humano, con facultades tanto materiales como mágicas, y lo separaban muy cuidadosamente de los cadáveres en el proceso de momificación. Como no conocían las facultades del cerebro, lo trataban muy mal: lo agitaban hasta convertirlo en una masa fluida y lo extraían por la nariz. La tradición egipcia pasó a otras culturas. También los griegos creían que la inteligencia residía en el corazón.

Fue Herófilo de Calcedonia, un médico griego que vivió 300 años antes de la era común y considerado el primer anatomista de la historia, el primero en afirmar que la capacidad de pensar provenía del cerebro y no del corazón. De allí que no resultó sorprendente que en 2014, unos arqueólogos franceses encontraran durante una excavación en Rennes, cuatro urnas de plomo, cada una con un corazón humano casi perfectamente conservado. Lo siguiente fue la curiosidad científica ¿qué tan sanos serían esos corazones de hace 400 años?

¿Demasiado romanticismo?

Quizá sea porque es el corazón y no el cerebro el que se agita ante la presencia de la persona amada, el músculo cardiaco fue y sigue siendo, el símbolo del amor. Un sentimiento que pretendía derrotar a la misma muerte, mediante la práctica de enterrar juntos el cuerpo de un fallecido junto con el corazón de la persona amada, ¿te parece una dosis extrafuerte de romanticismo? ¡Quizá!

Un caso, no de amor carnal, sino de amor fraternal o de respeto, lo ilustra David Livingstone (1813 – 1873), uno de los exploradores más famosos en la historia de la humanidad. Livingstone murío en África, mientras intentaba encontrar el punto de origen del Nilo, y los fieles indígenas que lo acompañaban le extrajeron el corazón y lo enterraron debajo del árbol en el que falleció.

Era la manera de quedarse con algo importante de su admirado amigo. El sepelio de Livingstone ha sido uno de los más multitudinarios en la historia de Londres y posiblemente el más nutrido para un cuerpo sin corazón.

Uno de los corazones encontrados por los investigadores franceses perteneció, según la inscripción grabada en la urna, a Monsieur Toussaint Perrien, caballero de Brefeillac, cuya víscera yacía al lado del cuerpo, también muy bien preservado, de su esposa Louise.

Pero ¿qué dicen estos viejos corazones, ya con 4 siglos a cuestas, sobre la salud cardiovascular durante el siglo XVII?

¡Lo sentimos, se acabó la parte romántica!

Los corazones pasaron de manos de los arqueólogos a las de doctores expertos y recientemente se ha emitido el informe médico sobre unos órganos que dejaron de latir hace 400 años. El equipo multidisciplinario estuvo integrado por médicos forenses, patólogos, radiólogos y otros especialistas.

Primero hubo que rehidratar los tejidos y retirar todo resto de los materiales de preservación utilizados para este tipo de práctica en los tiempos anteriores a Isaac Newton. Después se realizaron análisis radiológicos, tomografías computarizadas, resonancias magnéticas, exámenes histiológicos y otros reconocimientos, ¿para qué? Para venir a establecer que de los 4 nobles corazones diagnosticados, 3 no se diferencian mucho en cuanto al perfil de salud cardiaca, de cualquier persona adulta promedio del siglo XXI.

La conocida e indeseada placa, que afecta a cientos de millones de personas en el mundo entero y es una de las principales causas de arritmiasanginas e  infartos, ya campeaba en los corazones del siglo XVII. La arteriosclerosis, que alguna literatura seudo médica pretende atribuir al estilo de vida de los siglos XX y XXI, al parecer ya incordiaba y mataba tanto o más que ahora a los contemporáneos de René Descartes, el Cardenal Richelieu y Luis XIV el Rey Sol, por mencionar solo franceses.

Incluso, en el corazón del caballero de Brefeillac, los científicos fueron capaces de identificar una miocardiopatía dilatada, una de cuyas principales causas en nuestros tiempos (y seguramente en el pasado) es el abuso en el consumo de alcohol.

¡En fin, muy romántico al principio y de lo más corriente y ordinario al final! ¡Pedimos excusas!

Comparte
RELACIONADOS:Mundocuerpo humanoCuriosidadesHistoriacpt