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Mojar con alcohol el ombligo del bebé es un error: aprende la forma correcta de curarlo

Publicado 29 Mar 2019 – 02:28 PM EDT | Actualizado 29 Mar 2019 – 02:31 PM EDT
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Limpiarle el ombligo a un recién nacido puede parecerte una rutina de nunca acabar. Es que si bien se calcula que el muñón del cordón umbilical se cae a los 8 días, el tiempo depende del tipo de parto, el grosor del cordón y de los cuidados, y puede extenderse poco más de 20 días.

Puede ser algo complicado limpiarle el ombligo a un bebé mientras está despierto, porque llora y se mueve, no porque le duela (no debería doler). Los padres tienen que tener mucha paciencia y recordar lo importante que es esta rutina de higiene para el bebé.

Cómo cuidar el ombligo de un recién nacido

Para limpiar el ombligo del bebé se necesitan gasas esterilizadas y alcohol. No se recomienda usar algodón ni bastoncillos porque pueden desprender pelusa y adherirse al muñón del cordón umbilical.

Hasta que el muñón se caiga, es importante que sigas estos consejos al pie de la letra:

Lávate las manos

Parece obvio, pero de tan obvio se te puede olvidar. Lávate las manos siempre para curar el ombligo de tu bebé. Es muy importante para no transmitir gérmenes ni bacterias, sobre todo luego del cambio de pañal.

No pases alcohol sobre el muñón

Si pasas alcohol sobre el muñón, vas a lograr una cosa sola: demorar la caída. Donde sí puedes (y tienes que) pasar alcohol es sobre la base del ombligo, pues así es como se evita la entrada de virus y bacterias al cuerpito de tu bebé.

Con las manos limpias, humedece una gasa con alcohol y pasa con mucho cuidado sobre la base del ombligo. No le debería doler a tu bebé, si llora puede ser por el frío de la gasa mojada. Para finalizar, envuelve el muñón con una gasa limpia y seca y con un nudo sin ajustar para que no se caiga.

¡Jamás soples las gasas para separarlas! Al soplar puedes esparcir miles de bacterias de la boca que irán a parar en tu bebé. Y asegúrate de mantener el envoltorio bien cerrado luego de usarlas.

Mantén el cordón umbilical siempre seco

Que el cordón esté seco es la clave para que se caiga pronto. Por eso no se usa alcohol para limpiar el muñón (solo la base) y se acostumbra a esperar para bañar al bebé por primera vez, hasta entonces los baños deben ser solo con una esponja.

Dobla el pañal de tu bebé por debajo del ombligo para evitar que entre en contacto con la orina. Algunos pañales ya vienen con un corte en la cintura previsto para esto. Exponerlo al aire hará que seque más rápido.

No intentes desprender el muñón

Nunca lo intentes, por más que lo veas prendido de un hilo. Manipular el ombligo le puede provocar infecciones de distinta índole al pequeño. Además podrías provocar una hemorragia. ¡Ten paciencia! Cuando menos lo esperes se caerá.

Tampoco quites la pinza que le pusieron cuando nació, saldrá cuando se caiga el muñón.

Qué hacer si el ombligo tiene pus y más

Si tu bebé llora cuando le tocas la base del muñón del cordón umbilical y la piel alrededor de la base del cordón está roja y caliente, sientes un olor como a podrido o tiene una secreción amarillenta, es una mala señal y lo conveniente es llevar tu bebé de inmediato al médico.

Recuerda: no mojes el cordón. Y si estás muy ansiosa por bañar a tu bebé, puedes probar darle un poco de aire tibio con un secador de cabello, acelerará la caída.

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