La historia del perro que se convirtió en héroe tras salvarle la vida a su mejor amiga
El premio Perro del Año, otorgado anualmente por la marca de golosinas para perros Milk-Bone, fue concedido esta vez a un héroe de cuatro patas que realmente se lo merecía: Todd, un golden retriever que salvó a su mejor amiga de la mordida de una serpiente venenosa.
De caminata con su dueña en un paisaje desértico del estado de Arizona, en Estados Unidos, el pequeño cachorro, que entonces tenía solo seis meses, saltó delante de una serpiente que iba a morderla, recibiendo la mordida en su hocico.
Por suerte, Paula Godwin, la otra protagonista de esta historia, pudo poner a su pequeño Todd a salvo, llevándoselo a él y a su otro perro rápidamente hacia su auto, para correr a la emergencia veterinaria. Cuanto antes se trate el veneno de serpiente, más rápida y efectiva es la recuperación.
Godwin explicó a Fox News que ella está acostumbrada a ver serpientes (son muy comunes en la región donde vive), y que camina con mucho cuidado por los caminos establecidos, siempre mirando hacia abajo. Tuvo la mala suerte de que la serpiente se camuflara tan bien con el color del pavimento. Además, según dice, no había ningún cartel de alerta.
El veneno de una serpiente de cascabel puede llegar a ser muy dañino: la extrema inflamación que provoca puede causar daños irreparables a los vasos sanguíneos, aunque, usualmente, si se trata rápido, no tiene consecuencias. Sin embargo, sin tratamiento, la mordida puede llegar a ser mortal. No queda duda de por qué, según cuenta Godwin, Todd lloraba de dolor unos minutos después.
En Estados Unidos, las mordidas de serpientes a mascotas son muy comunes (los veterinarios tratan cerca de 15 mil mordidas al año), especialmente en los perros. El tratamiento para los perros cuesta 500 dólares, y en humanos puede llegar a ser mucho más costoso. Pero muchas personas no pueden permitirse pagar esta suma, y, en consecuencia, mueren muchas más mascotas de las que se salvan.
Por eso, Godwin ha comenzado un llamado a la solidaridad, juntando fondos para las familias que no puedan costear el tratamiento, con la esperanza de poder salvar más vidas como la de su cachorro. Cuenta que está muy orgullosa del premio que ganó su perro y que espera que la difusión de la noticia ayude a tomar conciencia de este problema y a aumentar las donaciones. Ese sí es un buen chico.
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