Cómo eliminar contracturas musculares naturalmente
Todos conocemos ese dolor que provoca una contractura muscular. Es normal cuando realizamos algún ejercicio muy puntual que no acostumbramos a hacer, o quizás debido a un movimiento desacostumbrado y exigido. Hoy explicaremos cómo eliminar contracturas musculares.
Además del dolor que provoca, una contractura nos impide llevar a cabo las tareas diarias más comunes y puede transformarse en una contractura crónica si no la tratamos como corresponde.
Si las contracturas son frecuentes, puede deberse a una mala alimentación. Se debe consumir la cantidad de proteínas necesarias para que los músculos estén en perfectas condiciones. Las proteínas son como el alimento de los músculos, y también es fundamental consumir verduras y hortalizas a diario.
La carencia de minerales, en especial el magnesio y el potasio, puede ser causante de contracturas. En ese caso deberíamos consumir mas frutas y verduras que contengan estos minerales. Legumbres, cereales y frutos secos también aportan sustancias vitales para evitar las contracturas.
Para calmar las contracturas y acelerar la recuperación, podemos tomar una buena ducha de agua caliente y dejar que el chorro de agua caiga directamente sobre la zona contracturada. El calor es un agente calmante y podemos eliminar las contracturas si aplicamos calor varias veces al día.
Un buen masaje puede resultar efectivo también, pero en este caso es fundamental someterse a una sesión de masajes descontracturantes aplicado por un profesional; un masajista inexperto puede empeorar las cosas.
La medicina tradicional China utiliza unas pequeñas pelotas de metal para eliminar contracturas, las esferas tai chi son esferas metálicas esmaltadas, y tradicionalmente se usan para masajear la zona contracturada. De todas maneras, podemos usar una pelota más blanda como una pelota de tenis o de juguete que resultará igual de efectiva y no provoca tanto dolor al efectuar el masaje.
Es importante también no inmovilizar la zona afectada. Hay que intentar, en la medida de lo posible, seguir haciendo las actividades cotidianas y mantener el movimiento a pesar del dolor.